Antes de desarrollar este tema, quisiera dejar claro lo que quiero significar con “masturbación” y también mostrar por qué es importante considerar este tema bíblicamente. ¿Qué quiero significar con “masturbación”? La estimulación o excitación de los órganos genitales, para obtener placer sexual, mientras miras y codicias a una persona que no te pertenece (i.e. No es tu cónyuge). Eso es lo que quiero significar, no otra cosa. A eso me referiré en el desarrollo del tema, no a otra cosa.
Alguien dijo que el 99% de los hombres se han masturbado y el 1% restante miente al decir que no lo han hecho. En Porn-Again Christian, Mark Driscoll registró lo siguiente –según el Janus Report on Sexual Behavior and Sex in America:
- Hombres solteros que admiten masturbarse una vez por semana: 48%
- Hombres casados que admiten masturbarse una vez por semana: 44%
- Hombres divorciados que admiten masturbarse una vez por semana: 68%
Sin embargo, esto no es algo “sólo de hombres”. Una estadística que se hizo entre personas de 30-39 años de edad indicó que el 93% de los hombres se habían masturbado y el 80% de mujeres se habían masturbado.
Teniendo en cuenta todo esto, concluimos que éste no es un asunto al cual podemos ser indiferentes. La pregunta ahora es: ¿Qué dice la Palabra de Dios con respecto a este asunto? Aunque en la Biblia no se encuentra el término “masturbación” –así como no se encuentra exactamente el término “pornografía”, la Biblia sí tiene qué decirnos acerca de la «excitación de los órganos genitales, para obtener placer sexual, mientras miras y codicias a una persona que no es tu cónyuge».