Tripp sobre “la obediencia y la gracia”.

Para el creyente, la obediencia no es algo doloroso, sino un motivo de gozo. Cada acto de obediencia celebra la gracia que lo alienta y lo capacita.

Recuerdo que mi hermano Tedd me lo dijo, pero no me percaté de cuánta razón tenía: “La obediencia es tu propia recompensa”. Es difícil sobrestimar la gracia que motiva los actos de obediencia en tu vida y en la mía:

  • Los pecadores no responden a la autoridad.
  • Los pecadores quieren tener sus propias reglas.
  • Los pecadores son buenos en convencerse a sí mismos de que sus errores no son tan malos como parecen.
  • Los pecadores tienden a creer en su propia autonomía.
  • Los pecadores tienden a pensar que son más sabios de lo que realmente son.
  • Los pecadores tienen un código moral formado por sus deseos, en lugar de la ley de Dios.
  • Los pecadores piensan que no necesitan lo que no desean.
  • Los pecadores tienden a estar enfocados en sí mismos y a excusarse a sí mismos.
  • Los pecadores anhelan lo que Dios ha prohibido.
  • Los pecadores tienden a elegir placeres a corto plazo en lugar de la ganancia a largo plazo.
  • Los pecadores tienden a rebelarse en vez de someterse.

Debido a que todas las declaraciones mencionadas arriba son ciertas, es un milagro de la sublime gracia que cualquiera de nosotros escoja obedecer a Dios. Y todavía más milagroso es que podamos encontrar felicidad en obedecer a alguien a quien no podemos ver, escuchar o tocar. Es una maravillosa gracia trasformadora que el corazón de un ser humano tan egocéntrico pueda abandonar la búsqueda de su propio pequeño reino y entregarse al servicio del reino de alguien más. Cada vez que deseamos —en palabra, pensamiento o hecho— hacer lo que complace a Dios, somos rescatados, transformados y fortalecidos por Su gracia. Verás, la obediencia celebra la gracia, incluso en los momentos cuando no estás consciente de ello. Cada momento de sumisión a la voluntad de Dios celebra esta realidad: “Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6:14).

Así que sonríe mientras obedeces; estás experimentando las riquezas de la gracia. Da gracias cuando te sometes a Dios; has sido rescatado por la gracia. Celebra cuando tomes decisiones correctas, eres transformado por la gracia. Canta con alegría cuando seas un instrumento para los propósitos de Dios; ¡esto es evidencia de que la presencia de la gracia redentora mora en ti!


Este devocional fue tomado de: Paul David Tripp. Nuevas misericordias cada mañana, Agosto 8.

Publicado por

Avatar de Desconocido

Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

Deja un comentario