Jack Vinson,
Provincia de Kiangsu, China Continental.
1931
El bandido le dijo al misionero:
–Voy a matarte. ¿No tienes miedo?
Jack Vinson sencillamente le respondió:
–Puedes matarme si así lo deseas. Iré directamente a estar con Dios.
El valor de Jack Vinson fue la fuente de inspiración del siguiente poema, escrito por su amigo E. H. Hamilton:
¿Miedo? ¿A qué?
¿De sentir la gozosa liberación del espíritu?
¿De pasar del dolor a la perfecta paz,
y que cese la lucha y la tensión de la vida?
¿Tener miedo?
¿Miedo? ¿A qué?
¿Miedo de ver del Salvador el rostro,
De escuchar su bienvenida,
y trazar el glorioso relucir de heridas de gracia?
¿Tener miedo?
¿Miedo? ¿A qué?
Un destello, un choque, un corazón perforado;
oscuridad, luz, ¡Oh, arte celestial!
¡El equivalente a una de sus heridas!
¿Tener miedo?
¿Miedo? ¿A qué?
¿Lograr mediante la muerte lo que la vida no pudo,
bautizar con sangre un pétreo terreno,
hasta que del mismo las almas florezcan?
¿Miedo?
Este artículo es un extracto tomado de: DC Talk y La Voz de los Mártires. Locos por Jesús (Miami, Fl.: Editoral Unilit, 2001), pp. 70, 71.
Me encanta el libro..gracias por poner este post..hace mucho k no lo leia 🙂