Superman de James Gunn

Mis escenas favoritas de Superman… te sorprenderán.

La película Superman de James Gunn, estrenada el 11 de julio de 2025 en los cines de Estados Unidos, fue un éxito de taquilla, recaudando más de 600 millones de dólares a nivel mundial. Hasta ahora, se ha convertido en la película más taquillera de Superman en solitario y recientemente ha llegado a algunas plataformas de streaming.

Aunque algunas personas han señalado el lenguaje explícito y la muerte de un hombre a manos de Lex Luthor, la película ha recibido en su mayoría críticas positivas, destacando cómo logra capturar la esencia del superhéroe de los cómics.

En un artículo anterior ya expliqué por qué admiro a Superman, pero amo a Jesús. En este artículo, me gustaría compartir cuáles son mis escenas favoritas de la película y explicar la razón detrás de mi elección.

LAS ESCENAS

La escena en la que Lois Lane y Mr. Terrific llegan a la playa de Jarhanpur, y Mr. Terrific se enfrenta a los guardias de Lex, me gustó, aunque no se encuentra entre mis dos escenas favoritas. También disfruté la escena en la que llegan los Raptores: uno de ellos grita “¡Mátenlo!” y Superman responde con un tranquilo “Buena suerte con eso”, eliminando a cada uno de ellos con su visión de calor. Sin embargo, tampoco ocupa un lugar en mi lista de escenas favoritas.

Escena favorita #1: Durante la batalla principal, mientras Ultraman golpea a Superman, Lex Luthor revela la razón detrás de todo lo que hace:

“Sé bien que la envidia me consume y carcome por dentro… Sé que cuando mencionan a Galileo o a Einstein o a uno de esos […] después de mí, siento que el vómito me quema la garganta. Al menos Galileo hizo algo. No era un venusino […] que lanzaron a este planeta… sólo para que todos lo veneraran… porque su fuerza saca a la luz lo débiles que somos todos nosotros. Así que mi envidia es un llamado. Es la única esperanza que tiene la humanidad… porque es justo lo que me condujo a aniquilarte”.

Escena favorita #2: Casi al final de la película, después de que Superman confronta a Lex Luthor y éste último afirma que el gobierno le dio la autoridad de matarlo, Krypto irrumpe y ataca a Lex, mordiéndole un brazo y lanzándolo contra muebles y paredes, mientras Superman le ordena que lo suelte.

¿POR QUÉ SON MIS FAVORITAS?

Sé que puede parecer “extraño” que diga que las dos escenas anteriores son mis favoritas, pero déjame explicarte la razón.

La escena #1 es una de mis favoritas porque revela hasta dónde puede llegar una persona por su envidia —y yo añadiría, por su arrogancia—. Lex mismo admite que su envidia lo “consume y carcome por dentro”. Esa misma envidia lo motivó a hacer todo lo malo que vemos en la película: manipuló un conflicto internacional, creó un clon malvado de Superman, difamó al superhéroe con propaganda, secuestró y torturó a Krypto, asesinó a un hombre, e intentó aniquilar a Superman. Lex Luthor me recuerda a los líderes religiosos que, por envidia, entregaron a Jesús a la muerte (Mat. 27:18; Mar. 15:10).

Al final, no solo la envidia, sino cualquier pecado, resulta destructivo en las relaciones interpersonales.

La escena #2 es otra de mis favoritas porque, después de ver tantas atrocidades cometidas por Lex, ver que alguien le da su merecido se siente bien. Recuerdo que en el cine casi grité: “¡¡POR FIN!!”. En esta escena no solo vemos a Lex siendo atacado por Krypto, sino que sus planes malvados también salen a la luz y termina siendo arrestado. Al final, se hace justicia: el malvado no se sale con la suya.

UN GIRO INESPERADO

Acabo de decir que la escena número #2 está entre mis favoritas porque se hizo justicia. La justicia es buena. Dios es justo. Y ese deseo de que se haga justicia que llevamos dentro es parte de la imagen y semejanza de Dios en nosotros. Ahora bien, si somos honestos, ¿no es cierto que nos resulta más fácil exigir justicia cuando somos nosotros los ofendidos y no los ofensores?

En esta película, tú y yo no somos Superman; tú y yo somos Lex Luthor. El pecado nos “consume y carcome por dentro”. Envidiamos las bendiciones que Dios ha dado a otros. Pero no sólo pecamos a nivel horizontal, sino también a nivel vertical. No queremos vivir para la gloria de Dios, sino que deseamos que todos nos veneren a nosotros. No queremos reconocer nuestra debilidad. Algunos niegan abiertamente la existencia de Dios, mientras que otros lo hacen de manera p´ráctica. Nos desviamos del camino que Dios nos ha señalado, siguiendo nuestros propios caminos.

Pero a esos, a nosotros, vino Jesús a salvar. En la cruz, la justicia y la gracia de Dios se encontraron: Jesús fue castigado para que tú y yo pudiéramos ser perdonados y reconciliados con Dios. Éste es un regalo que Dios ofrece gratuitamente en Jesús, y que se recibe mediante el arrepentimiento y la fe.

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Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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