Si los sitios de pornografía en internet no obligan a nadie a verla y aquellos que la ven lo hacen en la “privacidad” de sus habitaciones (no hay privacidad ante un Dios omnipresente), ¿es la pornografía inofensiva? No, la pornografía es muy dañina y aquí hay cuatro razones para creerlo:
1. LA PORNO AFECTA A LAS MUJERES
Es cierto que no todas las mujeres que hacen pornografía han sido forzadas (en contra de su voluntad) a hacerla, pero no es menos cierto que algunas o mucha pornografía ha sido hecha por mujeres que son víctimas del tráfico sexual. Al final, no puedes estar seguro de que la mujer que estás viendo en el monitor ha sido forzada o no.
De acuerdo a rescuefreedom.org, el 49% de las mujeres explotadas sexualmente en 9 países dijeron que pornografía fue hecha de ellas mientras eran vendidas por sexo. Y según una encuesta, hecha por thorn.org, el 63% de las víctimas de tráfico sexual menores de edad dijeron que habían sido anunciadas o vendidas en línea.
David Mathis, editor ejecutivo para desiringGod.org, dijo: “Cada clic es una especie de voto. Cada vez que haces clic, dices: ‘Yo quiero esto y más de esto’. Y alguien te escucha. Cuando haces clic en enlaces y anuncios malos, y haces clic en sitios malos, tú estás… alimentando la fuerza de esos sitios un clic a la vez”.
2. LA PORNO AFECTA TU MATRIMONIO
La pornografía, en vez de estimular el apetito por tu cónyuge, lo disminuye o te aleja de lo real. Naomi Wolf dijo en un artículo: “Por primera vez en la historia de la humanidad, el poder y el encanto de las imágenes han suplantado el de las mujeres desnudas reales. Hoy, las mujeres desnudas reales son tan solo mala pornografía”.
En el libro Revolución sexual, escrito por Catherine Scheraldi y Miguel Núñez, se dice que a aquellos que consumen pornografía “la relación normal con su cónyuge le[s] resultad aburrida” (p. 153).
3. LA PORNO AFECTA TU CUERPO
La pornografía causa adicción, una adicción que es difícil de romper. El psiquiatra Jeffrey Satinover declaró ante el Congreso de Estados Unidos que la pornografía no era una expresión artística más: “la ciencia moderna nos permite entender que la naturaleza subyacente de una adicción a la pornografía es químicamente similar a una adicción a la heroína”.
4. LA PORNO AFECTA TU RELACIÓN CON DIOS
El profeta Isaías dijo: “vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escucharos” (59:2). Y la pornografía es uno de esos pecados que nos separan de Dios.
En 1 Corintios 6, Dios nos dice que los inmorales (misma raíz griega que la palabra pornografía) no irán al cielo (v. 9). Pero en el mismo pasaje se nos dice que hay esperanza porque Dios perdona, rompe las cadenas del pecado y trata como justo a todo pecador que se arrepiente.