En el momento en el que estoy escribiendo esto, el video musical Lonely [Solitario] de Justin Bieber y Benny Blanco es tendencia en Youtube con más de un millón de reproducciones tras 15 horas de ser publicado. Lonely fue lanzado como sencillo el 15 de octubre del 2020 y forma parte del sexto álbum de estudio de Justin Bieber.
A través de las letras de esa canción, Justin confiesa la triste realidad de tenerlo todo (“dinero y fama”) menos amigos. La canción dice en su coro:
¿Qué si lo tuvieras todo,
pero sin nadie a quien llamar?
Tal vez, entonces, me conocerías.
Porque lo he tenido todo,
pero nadie está escuchando
y eso es #$@&% solitario.
COMUNIÓN
El Dios de la Biblia es trino –un solo Dios en esencia que existe en tres personas–. Por eso Génesis comienza diciendo: “Dios [la palabra hebrea que se utiliza es ’Elohim, que es plural] creó” (1:1). Y más abajo, en el versículo 26, Dios dijo: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza”. Desde la eternidad pasada, Dios ha existido en comunión con las personas de la trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Cuando Dios creó al hombre, hizo que éste reflejara o poseyera ciertas características de Dios mismo. Y el vivir en comunidad o en comunión con otras personas es una de esas características. Tras crear al hombre, leemos que Dios dijo en Génesis 2:18 lo siguiente: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda adecuada”. Esas palabras no sólo nos recuerdan lo bueno que es para un hombre casarse con una mujer. Esas palabras también nos recuerdan lo bueno que es para toda persona tener comunión con otras personas.
Hago énfasis en “con otras personas” porque Adán estaba rodeado de otros seres vivos (como plantas y animales), pero él no podía tener comunión con ellos. Dios nos creó para vivir en comunidad, teniendo comunión con otras personas.
Esto es lo que hace que la canción de Justin Bieber sea tan triste: él tiene abundancia de dinero y el deleite de la fama, pero está solitario. Justin nos recuerda algo que tendemos a olvidar: la comunión, la amistad, es más valiosa que todo el dinero o la fama que podamos conseguir.
COMUNIÓN CON DIOS
Ahora, la comunión más importante de todas que debemos tener es la comunión con Dios. Adán fue creado para tener comunión primero con Dios y después con Eva. Y la buena noticia para aquellos que estamos en Jesucristo es que nunca perderemos nuestra comunión con Dios.
Salmos 27:10 dice: “Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el Señor me recogerá”. Algunos piensan que David escribió este salmo antes de ocupar el trono, cuando estaba siendo perseguido por Saúl y muchos temían ser vistos con él. Otros piensan que David escribió este salmo después de que Abisai lo socorriera de la espada de un gigante filisteo que quería matarlo.
Sea cual sea el contexto en el cual David escribió este salmo, él manifestó que Dios estaría con él aun cuando sus seres queridos más cercanos lo abandonaran. No nos sorprende que los conocidos se olviden de nosotros. Los amigos pueden dejar de ser amigos. Tristemente los cónyuges se separan. Lo que es difícil que pase es que el padre y la madre abandonen a su hijo, pero también puede pasar tanto voluntaria como involuntariamente (p. ej. Con la muerte de ellos). Pero Dios nunca jamás nos abandonará y siempre estará allí después de ser abandonados por los hombres.
GRACIAS A JESUCRISTO
La buena noticia de que Dios no nos abandonará y siempre estará allí para nosotros es para aquellos que están en Jesucristo. La Biblia no relata que Jesús gritara al ser golpeado y burlado. La Biblia no relata que Él gritara al ser azotado. Tampoco relata que Él gritara al ser clavado en la cruz. Pero la Biblia sí relata que en la cruz, Jesús exclamó a gran voz: “Dios Mío, Dios Mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mateo 27:46).
Y no dudo que esos sufrimientos físicos le dolieran a Jesús. Pero lo que más le dolió a Jesús fue el ser abandonado por Dios Padre, con quien Él había tenido comunión desde la eternidad pasada y quien había estado con Él incluso después de ser abandonado por Sus discípulos.
Jesús experimentó el mismo infierno en esa cruz. Y todo eso para que nosotros no tengamos que experimentarlo. Jesús sufrió el castigo que pecadores como tú y como yo merecíamos: ser abandonado por Dios en ira. Y ahora nosotros podemos disfrutar de la bendición que no merecemos: ser abrazados por Dios en amor. Si Jesucristo pagó por todos nuestros pecados al ser abandonado por Dios, ciertamente Dios el justo no demandará que le paguemos otra vez al abandonarnos.
Es gracias a Jesucristo que los pecadores que se arrepienten y tienen fe pueden tener la seguridad de que tienen una comunión con Dios que no acabará –¡más bien se extenderá por toda la eternidad!–. Dios abandonó a Jesucristo por un momento para no tener que abandonarnos a nosotros nunca.
MI ORACIÓN
Oro para que tanto Justin Bieber como todos los que se sienten como él vayan a Jesucristo con arrepentimiento y fe y, entonces, puedan tener la comunión más importante de todas: la comunión con Dios a través de Su Hijo.