Orando con Biblia

¿Debo hacer mi devocional todos los días?

Por devocional me refiero a pasar tiempo con Dios a través de la lectura de la Biblia y la oración (algunos le agregan a esto el cántico).

DIOS ESPEA QUE LEAS/ESCUCHES LA BIBLIA

En Mateo 19:4 Jesús les dijo a algunos fariseos: “¿No han leído que Aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra,”. Y en Marcos 12:10 Jesús dijo: “¿Ni aun esta Escritura han leído: ‘La piedra que desecharon los constructores, Esa, en piedra angular se ha convertido”. Como comenta Donald Whitney: Jesús “asumía que aquellos que profesan ser el pueblo de Dios han leído la Palabra de Dios. Y… esta pregunta implica una familiaridad con toda la Palabra de Dios”.

En la Biblia podemos encontrar exhortaciones a meditar en la Palabra de Dios, lo cual presupone que ésta ha sido leída o escuchada previamente: “Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito” (Jos. 1:8); “Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace” (Stg. 1:25).

DIOS ESPERA QUE ORES

En el sermón del monte, Jesús introdujo su enseñanza sobre la oración con las siguientes palabras: “Cuando ustedes oren” (6:5). Y después dijo: “tú, cuando ores… Y al orar… oren de esta manera” (vv. 6, 7, 9). Nótese que Jesús no dijo “si oran”, sino “cuando oren”. Lo cual indica que Él esperaba que Sus discípulos oraran.

Y en Lucas 18 Jesús les contó a Sus discípulos una parábola “para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer” (v. 1). Eso se parece mucho a la exhortación que le hizo Pablo a los colosenses cuando dijo “Perseveren en la oración” (4:2).

¿CON QUÉ FRECUENCIA?

La Biblia parece sugerir que la exposición a la Palabra de Dios y la oración son actividades diarias, no ocasionales:

Aparte de la referencia que se hace de los de Berea, quienes escudriñaban (o estudiar, lo que incluye la lectura) “diariamente” las Escrituras para ver si las cosas eran como Pablo y Silas decían (Hch. 17:11), no hay versículos que nos hablen explícitamente de leer la Biblia todos los días. Lo que sí encontraremos son varias referencias a la meditación en la Biblia día y noche (Salmos 1:2, 3; 119:97).

Cuando Jesús estaba enseñando a Sus discípulos, Él les dio el Padrenuestro como un modelo de oración. Una de las líneas de esta oración dice: “Danos hoy el pan nuestro de cada día”. ¿Lo notaste? “Cada día”. Así como tenemos necesidades diarias, Jesús nos enseñó que le pidamos cada día a Dios que las supla.

En 1 Tesalonicenses 5:17 leemos: “Oren sin cesar”. Ahora, ese mandato no se obedece pasando las 24 horas del día y los 7 días de la semana orando con los ojos cerrados en un lugar aparte. Ese mandato se obedece convirtiendo cada cosa que nos pasa en el día en una oración: ante cada bendición vamos a responder con un “gracias, Padre”; ante cada reto vamos a responder con un “Dios ¡ayúdame!”; ante cada tentación vamos a responder con un “guárdame, Señor”; ante cada pecado vamos a responder con un “Jesús, perdóname”.

UNA NECESIDAD GOZOSA

Personalmente llevo más de 15 años leyendo la Biblia y orando a diario. Y esta práctica es para mí –y sé que también lo es para otros cristianos– una necesidad gozosa.

Es una necesidad porque la lectura de la Biblia y la oración no solamente son medios para ser salvos en Jesús, sino que también son medios de gracia para crecer en nuestra semejanza con Jesús. Y si leer la Biblia es como alimentarme (1 Pedro 2:2) y orar es como respirar (Ro. 8:15-16), ¿por qué preguntaría si tengo la necesidad que alimentarme y respirar todos los días?

Pero leer la Biblia y orar a diario no es sólo una necesidad. Muchos de nosotros estudiamos álgebra en la escuela porque era necesaria para pasar de curso, aunque por dentro nos preguntábamos para qué nos iba a servir eso en el futuro. No pasa así con la Biblia y la oración. La Biblia dice de sí misma que es “útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16). Y una de las razones que Jesús nos dio para orar es: “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:8).

Además, cuando tú estás enamorado de alguien quieres hablarle y escuchar a esa persona todos los días. Y cuando pasas un día sin hablar con esa persona o escucharla, la extrañas. Por medio de la oración nosotros hablamos con Dios y por medio de la lectura de la Biblia escuchamos a Dios hablarnos.

OBSERVACIONES FINALES

  • Evitemos demandar que otros cristianos hagan cosas buenas (como la lectura de la Biblia y la oración) “a mi manera” (p. ej. leer la Biblia todos los días en la mañana u orar todos los días antes de ir a dormir).
  • Si por alguna razón pasó un día sin estar a solas con Dios, leyendo la Biblia y orando, no pienses que Dios está enojado contigo y está a punto de arrojarte al infierno.
  • Entendamos que hacer el devocional es más que un mero deber, es una necesidad gozosa.

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Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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