Balada de pájaros cantores y serpientes

La idolatría en los Juegos del Hambre.

“Los Juegos del Hambre: balada de pájaros cantores y serpientes” es una película de ciencia ficción y aventura, basada en la novela que lleva el mismo nombre (“The Ballad of Songbirds and Snakes” en inglés) escrita por Suzanne Collins. Aunque “Balada de pájaros cantores y serpientes” es la quinta película de la serie de películas Los Juegos del Hambre, ésta sirve como precuela de la primera película lanzada en el 2012.

La película cuenta la historia del joven Coriolanus Snow, quien busca ganar el premio Plinth para restaurar la prosperidad de su familia, prosperidad que perdieron tras la muerte de su padre. Pero para eso, Snow tiene primero que convertirse en el mentor de Lucy Gray Baird (una chica tributo del distrito 12) y hacer que ella gane la décima edición de Los Juegos del Hambre.

Antes de continuar, hay dos cosas que quiero que recuerdes –o que sepas si no has visto las películas ni leído los libros–: Primero, en Los Juegos del Hambre se eligen a dos jóvenes de cada distrito para que luchen en la arena del Capitolio hasta que solo uno sobreviva. Segundo, Coriolanus Snow llega a convertirse en el tiránico presidente de Panem, quien utiliza Los Juegos del Hambre para mantener el control sobre los distritos y suprimir cualquier intento de rebelión.

La película termina con el siguiente mensaje: “Las cosas que más amamos son las que nos destruyen”. ¿Qué era lo que Snow más amaba? Ganar el premio Plinth –al menos inicialmente–. Pero lo que él quería últimamente era poder. ¿Y cómo ese deseo lo destruyó? Aunque Snow consiguió lo que quería, fue a costa de enviar a su “mejor amigo” a la horca y de dispararle a la chica que “amaba”.

Ese último mensaje me llamó mucho la atención porque me recordó lo que el pastor Tim Keller llamó “sustitutos de Dios”; que, a la vez, la Biblia llama “ídolos”. Un ídolo no es sólo la imagen de algo o de alguien ante quien te postras o a quien le oras. Un ídolo también es cualquier cosa o persona que amamos más que a Dios. En Colosenses 3:5 el apóstol Pablo (inspirado por Dios) dice que “la avaricia… es idolatría”. Avaricia significa literalmente deseo de tener más.

Así que, un ídolo puede ser una persona (p. ej. Una novia), un objeto (p. ej. Dinero), un estado (p. ej. Poder) o cualquier otra cosa que ames más que a Dios. Y, como dijo alguien, una señal de que ya esa persona o cosa es un ídolo en tu corazón es que estás dispuesto a pecar para conseguirlo –o mantenerlo.

La idolatría no es solamente un pecado que traiciona a Dios, sino que también es un pecado que te destruye a ti mismo. ¿Por qué? Porque solamente hay un Dios verdadero y solamente ese Dios verdadero puede satisfacer nuestras almas completa y eternamente. Esa es la razón por la cual el apóstol Juan termina su carta de la manera que la termina: “Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijos, aléjense de los ídolos” (1 Juan 5:20, 21).

Te invito a leer el artículo completo de lo que Keller dice sobre los sustitutos de Dios. Aquí te dejo unos cuántos párrafos:

  • «Si centras tu vida e identidad en tu cónyuge o pareja, serás dependiente, celoso y controlador en términos emocionales.»
  • «Si centras tu vida e identidad en tu empleo y profesión, serás adicto al trabajo, superficial y aburrido. En el peor de los casos, perderás a tus familiares y amigos, y si te va mal en tu profesión, puedes sufrir una profunda depresión.»
  • «Si centras tu vida e identidad en el dinero y en las posesiones materiales, te consumirás por la preocupación por el dinero. Estarás dispuesto a hacer cosas poco éticas para mantener tu estilo de vida, lo cual terminará por arruinar tu vida.»
  • «Si centras tu vida e identidad en las relaciones y en la aprobación, constantemente te sentirás herido por la critica y siempre pelearás con tus amigos. Sentirás miedo de confrontarlos, y serás por lo tanto un amigo inútil.»

«Todos tenemos que vivir por algo. Y lo que quiera que esto sea, se convierte en el «Señor de tu vida», aunque lo pienses así o no. Jesús es el único que, si lo recibes, te llenará por completo, y, si le fallas, te perdonará eternamente.»

Así que, esperar en silencio o exigir a otra persona o cosa que sea y haga lo que solamente Dios puede ser y hacer te decepcionará, te arruinará, destruirá tu vida. ¿Y sabes algo? Amar a Dios sobre todo no hace que dejemos de amar a las personas ni que dejemos de disfrutar las cosas. Amar a Dios así hace que amemos a las personas en su justa medida y que disfrutemos las cosas sin adorarlas. Cuando Dios está en centro, todo lo demás estará en el lugar correcto.

Quiero terminar este artículo con el mismo mensaje que terminó la película –aunque con una ligera modificación:

“Las cosas que amamos más que a Dios son las que nos destruyen”.


Participa y gana
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Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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