Yo pedí al Señor el crecer
en fe, amor y en toda gracia,
más de Su salvación conocer,
buscar Su rostro con insistencia.
Fue Él quien así me enseñó a orar;
y Él, en quien confió, respondió la oración;
pero la respuesta fue de manera tal
que casi me llevó a la desesperación.
Esperaba que, en una hora a mi favor,
mi petición inmediatamente respondiera,
y que por el poder obligante de Su amor
venciera mis pecados y descanso me diera.
Pero, en vez de esto, me hizo sentir
los males ocultos de mi corazón,
dejó a los feroces poderes del infierno
asaltar mi alma en toda dirección.
Sí, más aún, con Su propia mano parecía
intentar agravar mi aflicción,
crucificó todos los proyectos que tenía,
abatió mi mente, me puso en humillación.
Señor, ¿por qué? grité temblando yo;
¿perseguirás a este gusano hasta la muerte?
Esta es la manera, el Señor respondió,
en la que respondo la oración por gracia y fe.
Estas pruebas internas ahora las empleo
para librarte del egoísmo y del orgullo,
y romper tus esquemas de gozo terrenal,
para que en mí puedas buscar tu todo.
Por John Newton. Prayer Answered by Crosses. Traducción de Misael Susaña.