Job es descrito, en el libro que lleva su mismo nombre, de la siguiente manera: “y era aquel hombre intachable, recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (1:1). En otras palabras, Job era un creyente que había sido justificado por Dios y que buscaba vivir en santidad. Lo cual también se puede decir de todo cristiano verdadero.
A partir de la experiencia de Job, que se relata en la Biblia, podemos saber si ser creyentes nos exime de aflicciones o, para para ser más específicos, de ser contagiados con el Covid-19 o alguna otra enfermedad.
VALLA PROTECTORA
Job 1 relata como seres espirituales, Satanás incluido, vinieron a presentarse delante de Dios. Cuando Dios le habló a Satanás acerca de Job, Satanás le respondió: “¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados?” (v. 10). Esas palabras no eran una mentira ni una exageración. Dios ciertamente había hecho una valla –obviamente no literalmente– alrededor de Job y todo lo que tenía. Eso se confirma en el hecho de que Satanás no pudo tocar a Job y sus posesiones hasta que Dios le dio el permiso.
Anterior a esa declaración, Satanás le había dicho a Dios: “¿Acaso teme Job a Dios de balde?” (v. 9). Es decir que el privilegio que tenía Job es un privilegio que tienen todos aquellos que temen a Dios: Dios tiene una valla protectora alrededor de todos Sus hijos, para que nada pueda tocarlos sin Su permiso. Vuelvo a repetir: para que nada pueda tocarlos sin Su permiso. Y ese nada incluye la enfermedad del coronavirus. Sigue leyendo ¿Ser creyente me protege del coronavirus? Job responde