En este mes de julio muchos países celebran “el día del padre” y yo estoy muy agradecido con Dios por el padre que me dio. El deber de honrar a mi padre (Ef. 6:1-3) ha sido para mí un placer; y su paternidad no ha obstaculizado, sino motivado mi comunión con mi Padre celestial. Ahora, sé que este no es el caso de todos. No todos tuvieron un padre amoroso y piadoso. El sustantivo “padre” no trae gratos recuerdos a la mente de muchos y aun entre los cristianos hay quienes tienen, por esta razón, cierto obstáculo para relacionarse como deberían con su Padre celestial. A ellos (cristianos) quiero dirigirme principalmente, invitándoles a poner su mirada en el Padre perfectamente amoroso que ahora tienen gracias a Jesucristo.
DIOS ES TU PADRE
“Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre” (Juan 1:12).
Si has recibido a Jesucristo, si has confiado en Él como tu único Salvador y has confiado en Su obra perfecta a tu favor, entonces se te ha dado el enorme privilegio de ser un hijo de Dios. Más que meramente ser llamado hijo de Dios, has llegado a ser de verdad un hijo de Dios1. Eres más que un criatura de Dios, has sido adoptado como hijo en la familia de Dios. El Excelso, el Ser más importante del universo, el Creador y Sustentador de toda la creación, el Redentor es tu Padre.
DIOS ES TU PADRE AMOROSO
“Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El” (1 Juan 3:1).
Es como si el apóstol sostuviera tus brazos y te sacudiera, mientras te dice: “Considera el amor tan grande que tiene Dios Padre por ti” (cf. Ef. 5:1). ¿Dónde podemos ver esa clase de amor? En el ser llamados hijos de Dios. Ese es un excelente y precioso título que Dios, lleno de amor, otorga sólo a los Suyos. Dicho de otra manera, el que seas llamado hijo de Dios manifiesta el gran amor de Dios por ti. Dios Padre te llama con mucho amor: “Hijo mío”.
DIOS ES TU PADRE PERFECTAMENTE AMOROSO
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?” (Mateo 7:11).
Aunque aquí Jesucristo está enseñando principalmente acerca de la oración, el principio puede ser aplicado al amor de Dios por Sus hijos. Jesucristo compara a los padres terrenales, que son pecadores, con el Padre celestial, que es bueno por naturaleza. Y con Su pregunta retórica Jesucristo señala que el Padre celestial siempre está por encima de los padres terrenales. Dios el Padre es perfecto. ¿Hay padres terrenales que aman mucho a sus hijos? ¡Muchísimo más amor tiene Dios Padre por Sus hijos! El amor de Dios Padre por Sus hijos supera con creces al amor del padre más amoroso de esta tierra. Aun el padre cristiano más amoroso en esta tierra no es más que un tenue resplandor en comparación con el Padre perfectamente amoroso que tienes en los cielos gracias a Jesucristo.
Dios es tu Padre perfectamente amoroso y, en consecuencia, tú eres un hijo [de Dios] amado perfectamente. Recuerda eso siempre y goza de la comunión con El.
1 Aunque 1 Juan 3:1 dice que somos llamados hijos de Dios, después agrega: “y eso somos”. Ahora, es bueno recordar que a diferencia de Jesucristo, que es el eterno Hijo de Dios, a nosotros se nos concede el ser hijos de Dios.
GRACIAS SEÑOR JEHOVA POR SER MI PADRE CELESTIAL