La fuerza y constancia del amor de Dios.

Como una respuesta al ruego de Moisés de que Dios le mostrara Su gloria, Dios hizo pasar toda Su bondad y proclamó Su nombre delante de Moisés. En Éxodo 34:6, entre todos los atributos que Dios proclamó, encontramos que Dios es «abundante en misericordia». Eso no significa que Dios algunas veces hace misericordia, sino que Dios siempre es misericordioso y ésta brota de Él hasta rebosar.

Tanto la Reina Valera 1960 como La Biblia De Las Américas traducen la palabra hebrea aquí como «misericordia». La Nueva Versión Internacional la traduce simplemente como «amor». La Nueva Traducción Viviente la traduce como «amor inagotable». Todo eso no es más que un intento de traducir jesed; sin embargo, no hay una palabra en español que transmita todas las matices del original. Según el Diccionario expositivo Vine, «es posible identificar tres significados fundamentales del vocablo (que siempre interactúan): “fuerza”, “constancia” y “amor”. Cualquier traducción del término que no expresa las tres acepciones inevitablemente perderá algo de su riqueza. Él “amor” de por sí se sentimentaliza o universaliza si se desconecta del pacto. Al mismo tiempo, “fuerza” o “constancia” solo comunican el cumplimiento de una obligación, legal o de algún otro tipo».

Jesed no se refiere a una emoción en Dios débil, que va y viene, y que puede dejar de ser –como son nuestras emociones muchas veces–. Más bien, aquí nos encontramos ante la firme determinación y acción de Dios de estar para siempre con y por Su pueblo. Es por esa razón que encontramos lo siguiente en los Salmos:

  • La seguridad del salmista de que la misericordia de Dios siempre le seguirá: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida” (Sal. 23:6a).
  • La esperanza de que Dios perdonara y olvidara los pecados que tiene el salmista: “Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas. No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; acuérdate de mí conforme a tu misericordia, por tu bondad, oh SEÑOR” (Sal. 25:6, 7; véase también Salmo 51:1).
  • La alabanza a Dios porque Él no nos trata como merecemos, sino mucho mejor de lo que merecemos: “No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, así es de grande su misericordia para los que le temen” (Sal. 103:10, 11).
  • La acción de gracias por la bondad de Dios y todas las maneras en las que Él la ha demostrado: “Dad gracias al SEÑOR, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia” (Sal. 118:1).

Ahora, no es menos cierto que Dios determina con amor estar para siempre con y por Su pueblo. No es una determinación que viene de un corazón frío y distante, sino de un corazón afectuoso. No se trata de un compromiso pasado que Dios hizo con Su pueblo del que ahora quiere desvincularse pero no puede. El amor de Dios por Su pueblo es real. Es debido a eso que Dios dirige a Su pueblo palabras cargadas de emoción como las de los siguientes versículos:

  • Isaías 62:5: “Porque como el joven se desposa con la doncella, se desposarán contigo tus hijos; y como se regocija el esposo por la esposa, tu Dios se regocijará por ti”.
  • Oseas 11:8: “¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿Cómo podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podré tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se enciende toda mi compasión”.
  • Sofonías 3:17: “El SEÑOR tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, en su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo”.

1ra parte; 2da parte

Publicado por

Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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