Al mirar a este mundo lo que vemos es robos, homicidios, la legalización del aborto, el intento de que la inmoralidad (homosexual y heterosexual) sea vista como algo natural, el abrazo de los vicios y el rechazo de las virtudes. Y todo eso nos sorprende, nos sorprende que haya tanto pecado en el mundo y éste, antes que disminuir, aumente.
Pero eso no debería sorprendernos porque Jesús dijo en Mateo 5:14 lo siguiente: “Vosotros sois la luz del mundo”. Eso quiere decir que el mundo está en oscuridad, una oscuridad espiritual debido a la cual los hombres (varón y hembra) son malignos y perversos. Y nosotros los cristianos no somos una luz entre muchas, sino que somos la única luz en este mundo. No son las organizaciones sin fines de lucro, no es la policía, no es el presidente; tú como cristiano eres la luz del mundo.
Ahora, algo que sí debería sorprendernos es que haya una luz que no alumbre o que la luz sea escondida. Jesús continuó diciendo: “Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa” (Mat. 5:14, 15). ¿Por qué una ciudad sobre un monte no se puede ocultar? Por la luz en esa ciudad. Y sería tonto encender una lámpara y cubrirla con un cajón en vez de ponerla en la repisa para que alumbre a todos. ¡Oh! ¿¡Cuántas veces nosotros los cristianos parecemos ser una luz que no alumbra!? ¡Oh! ¿¡Cuántas veces nosotros los cristianos ocultamos nuestra luz!? Violamos las leyes de la nación, mentimos en nuestro trabajo, hacemos trampa en nuestro centro de estudio, palabras corrompidas salen de nuestra boca, nos reímos de chistes “picantes”, porque todo el mundo lo hace. No queremos que el mundo siga de mal en peor cuando su única luz no está alumbrando. Si ese es nuestro estilo de vida o nuestra práctica, ¿es nuestro cristianismo solamente una profesión de labios (sin un cambio en el corazón)? ¿hemos sido salvados realmente por Aquel que es la luz de los hombres?
El llamamiento de Jesús es que exhibamos una conducta digna de (acorde con) aquellos que son hijos del Dios que es luz:
“Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mat. 5:16).
¡Qué el Señor nos perdone y nos ayude, para Su gloria!