Recientemente, un ex-cantautor de una de las bandas de adoración más populares alrededor del mundo anunció que estaba genuinamente perdiendo su fe. Su anuncio incluyó una serie de cuestionamientos de los que, según él, nadie habla. Entre ellos: ¿Cómo puede Dios ser amor y aun así enviar a 4 billones de personas al infierno porque no creen? Ya que “nadie” habla de eso, hablaré brevemente de ello.
DIOS ES JUSTO
La Biblia dice claramente que Dios es amor: “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn. 4:8). Pero eso no es todo lo que la Biblia dice acerca de Dios. La Biblia también dice que Dios es fuego consumidor y digno de ser temido (Heb. 12:28, 29). Dios es justo y castiga el pecado: “no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad” (Éx. 34:7).
Dios no se avergüenza ni se disculpa de revelarse en Su Palabra de esa manera y nosotros no deberíamos hacerlo tampoco.
SU AMOR Y SU JUSTICIA
El amor y la justicia no se excluyen mutuamente, más bien Su amor establece Su justicia. Cuando vez que alguien le está haciendo daño a eso que amas y no dices ni haces nada, hay razones para dudar de la sinceridad de tu amor.
Dios ama tanto Su gloria y Él ama tanto Su iglesia como para ser indiferente cuando los pecadores impenitentes atentan contra éstas. Él se enoja y tarde o temprano traerá juicio. 1 Corintios 13:6 dice, acerca del amor, lo siguiente: “no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad”.
MUCHOS SALVOS DEL INFIERNO
La pregunta no es “¿cómo puede Dios ser amor y aun así enviar a 4 billones de personas al infierno?”. La pregunta es “¿cómo puede Dios no ser amor cuando Él ha salvado a billones de pecadores del infierno?”.
El amor de Dios es libre. Él no lo debe a absolutamente nadie. Y todos, sin excepción, en este mundo somos pecadores que no merecemos ni la más pequeña de las bendiciones de Dios. Pero Dios en Su amor no ha enviado a toda la raza humana al infierno, a pesar de que eso es lo que se merecen. La Biblia nos dice que Jesús muriendo en la cruz en lugar de pecadores es la demostración del gran amor de Dios: “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).