Brazo extendido hacia luz en el horizonte

Tú eres un milagro de Dios.

En Marcos 10 se relata el encuentro con Jesús de un hombre que lo tenía casi todo (juventud, dinero, poder, cierto conocimiento de la Biblia). Ese hombre fue corriendo a Jesús y se hincó ante Él porque sabía que le faltaba algo. Sin embargo, ese hombre no reconoció que Jesús era [y sigue siendo] más que un maestro bueno –¡Jesús es Dios!– ni ese hombre estaba dispuesto a soltar lo que ya tenía para recibir lo que él más necesitaba –la vida eterna–. Y por eso ese hombre se alejó de Jesús muy triste.

Esta fue la respuesta de Jesús:

“Jesús, mirando en derredor, dijo a Sus discípulos: «¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!»… [los discípulos] se asombraron aún más, diciendo entre sí: «¿Y quién podrá salvarse?». Mirándolos Jesús, dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios»” (Marcos 10:23, 26-27).

IMPOSIBLE PARA LOS HOMBRES

Los discípulos de Jesús, al igual que muchos judíos, pensaban que los ricos eran VIP [personas muy importantes] para Dios, personas con quienes Dios tenían un trato preferencial y que ellos (los ricos) estaban en primera fila para entrar al cielo. Por eso, al escuchar las palabras de Jesús, los discípulos estaban tan asombrados que se preguntaban quién podría ser salvo. En otras palabras: “si es así, nadie podrá ser salvo”.

Y la respuesta de Jesús no fue: “eso no fue lo que yo quise decir, me están malinterpretando”. Su respuesta tampoco fue: “bueno, unos pocos podrán ser salvos”. Jesús endurece aún más Sus Palabras: para los hombres eso es imposible.

¿Y tú? ¿Sientes el peso de la palabra “imposible”? No difícil, no a duras penas. Es imposible para el hombre –varón y hembra–, por sí solo, ser salvo. Es imposible para el hombre heredar la vida eterna. Es imposible para el hombre ir al cielo. Es imposible para el hombre entrar en el reino de Dios. Es imposible.

POSIBLE PARA DIOS

Pero hay una buena noticia y es que para Dios no es imposible salvar a los hombres. Dios es todopoderoso. Él puede hacer todo lo que Él quiera hacer. Nada es difícil para Él. Él nunca ha dicho “no puedo”. Lo que es imposible para nosotros es posible para Él.

Y ese Dios todopoderoso es el mismo de quien Jesús dijo anteriormente que es intrínsecamente bueno. Él no es una clase de Dios que tiene el poder para salvar, pero no la buena voluntad para hacerlo. ¡Él quiere salvar! ¡Él está deseoso de hacerlo! ¡Él se complace en hacerlo!

Abraham, Salomón, Zaqueo, José de Arimatea –todos ricos y dentro del reino de Dios– son sólo cuatro de muchos ejemplos de que todas las cosas son posibles para Dios. ¡Dios puede entrar a un camello en el ojo de una aguja y entrar a los hombres en Su reino!

Y si eres cristiano, tú eres evidencia de que todas las cosas son posibles para Dios. Tú eras como uno que cae de un rascacielos a toda velocidad. No tienes paracaídas. No tienes nada de qué agarrarte. Puedes batir tus brazos, pero no puedes volar. Puedes gritar, pero eso tampoco te salvará. Cada décima de segundo que pasa te acercas más al pavimento. Cierras tus ojos y dejas de luchar porque sabes que no puedes hacer nada para salvarte. Cuando de repente un bombero extiende su brazo y se aferra a ti. ¡Estás a salvo!

Si tú eres salvo y el cielo ya es tuyo; no es debido a ti, sino debido a que Dios intervino. Como dice una canción: “En rumbo a mi perdición / indiferente aun / De mí tuviste compasión / me guiaste a la cruz”. Si tú eres salvo no es porque tú eres el más tranquilo de la familia, no es porque tú eres el más inteligente, no es porque tú siempre has estado buscando a Dios, no es porque tú asistes a la iglesia. La salvación y el cielo son tan imposibles para ti como para los narcotraficantes, ladrones, asesinos, terroristas, etc. Pero para Dios nada es imposible. Y Su brazo sigue siendo tan fuerte para salvar como desde siempre.

Si tú eres salvo, tú te arrepientes de tus pecados. Pero, según Hechos 11:18, Dios es quien te ha dado arrepentimiento para vida. Si tú eres salvo, tú tienes fe en Jesucristo. Pero, según Filipenses 1:29, Dios es quien te ha concedido el que creas en Cristo. Si tú eres salvo, tú amas a Dios. Pero, según 1 Juan 4:19, Dios es quien te amó primero. En resumen, tú eres salvo porque Dios te salvó.

Y es por todo eso que todo cristiano verdadero tiene un testimonio impactante. Tanto aquel que estaba preso en la cárcel como aquel que asistía todos los domingos a la iglesia puede testificar: “Para mí era imposible ser salvo, ¡pero Dios me salvó!”. Hermano y hermana: ¡tú eres un milagro de Dios!

Publicado por

Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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