¿Qué necesito para sentirme realizado y feliz?

¿Qué necesitas para sentirte realizado? Si solamente pudieras tener una cosa en esta vida para ser feliz, ¿qué sería? ¿Qué es lo que hace a una persona “completa”? Lee lo que dicen algunas de las personas que ya tienen lo que tantas personas desean:

Covi Quintana, una artista musical reconocida por su tema “Soy dominicana”, confesó al periódico dominicano Diario Libre lo siguiente: “Soy exitosa, pero llego a casa y sigo triste”.

Markus Persson (mejor conocido como Notch), creador de Minecraft y quien vendió su compañía por 2.5 mil millones de dólares a Microsoft, publicó en su perfil de Twitter: “Pasando el rato en Ibiza con un grupo de amigos, saliendo de fiesta con gente famosa, pudiendo hacer lo que quiera y nunca me he sentido tan solo”.

Jim Carrey, comediante y actor conocido por sus interpretaciones en películas como “La Máscara”, “Ace Ventura”, “Todopoderoso” y “El Grinch”, también publicó en su cuenta de Twitter: “Deseo que todo el mundo se vuelva rico, famoso y consiga todo lo que ha soñado, para que se den cuenta de que esa no es la respuesta”.

ALGUIEN QUE LO TUVO TODO

Esos son solamente tres de muchos testimonios que confirman lo que el autor (quien se llama a sí mismo como “predicador”) nos enseñó en el libro de Eclesiastés. El autor fue un “hijo de David, rey en Jerusalén” y él consiguió todo lo que este mundo puede ofrecer:

• Sabiduría: “Yo me dije: «Yo he engrandecido y aumentado en sabiduría más que todos los que estuvieron antes de mí sobre Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y conocimiento»” (Ec. 1:16).
• Placeres: “Entonces me dije: «Ven ahora, te probaré con el placer; diviértete»” (Ec. 2:1).
• Empleados: “Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa” (2:7a).
• Posesiones: “Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén” (2:7b).
• Dinero: “Reuní también plata y oro para mí y el tesoro de los reyes y de las provincias” (2:8a).
• Relaciones: “Me proveí de… muchas concubinas” (2:8c).
• Popularidad: “Me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo” (2:9).
• Poder: “Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo. Esta fue la recompensa de toda mi labor” (2:10).

TODO ES VANIDAD

Después de conseguir todo lo que este mundo puede ofrecer, ¿cuál fue la conclusión del predicador? “Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho y el trabajo en que me había empeñado, y resultó que todo era vanidad y correr tras el viento, y sin provecho bajo el sol” (v. 11).

Eso no quiere decir que buscar la sabiduría esté mal o que las posesiones y el dinero sean pecaminosos en sí mismos. Lo que sí quiere decir es que si esas cosas se vuelven el principal objetivo de tu vida, si pones esas cosas en el centro y haces que tu vida gire en torno a ellas; entonces terminarás vacío, sin sentido y sin ningún beneficio que valga la pena.

DIOS MISMO

Nada en esta creación puede hacer que el hombre (varón y hembra) se sienta realizado, sea feliz o esté completo –al menos no para siempre–. Ese sentido de realización, esa felicidad y esa plenitud para siempre que todos anhelamos en lo más profundo de nuestro corazón sólo se encuentra en una relación personal con Dios –la cual Jesucristo vino a regalar a todo el que se arrepiente y tiene fe.

Termino este breve artículo con las palabras de Blaise Pascal: “¿Qué más proclaman este deseo y esta impotencia, sino que una vez había en el hombre una verdadera felicidad de la cual ahora sólo queda una marca y un espacio vacío; el cual el hombre en vano trata de llenar con cosas de su alrededor, buscando así en las cosas ausentes la ayuda que él no obtiene en las cosas presentes? Pero todas esas cosas son insuficientes, porque el abismo infinito sólo puede ser llenado por un infinito e inmutable objeto, ese es, Dios mismo”.