Misión imposible y el valor de la amistad.

Misión Imposible: Sentencia Mortal (parte 1) es una película estadounidense de espías y acción, dirigida por Christopher McQuarrie y que se estrenó el 12 de julio de 2023. Sentencia Mortal (parte 1) es la séptima entrega de la serie de películas Misión Imposible, protagonizada por Tom Cruise como el agente Ethan Hunt.

En la película, Ethan Hunt y su equipo de la FMI –que no es el Fondo Monetario Internacional, sino la Fuerza de Misión Imposible– deben rastrear un arma que amenaza el destino de la humanidad antes de que caiga en las manos equivocadas. Siendo ésta la misión más peligrosa hasta el momento, Ethan es obligado a considerar que nada –ni siquiera la vida de sus amigos– es más importante que la misión.

EL VALOR DE LA AMISTAD

“¡No lo acepto!” fueron las palabras de Ethan cuando Luther le dijo que las vidas de sus amigos no pueden importar más que esa misión. ¿Y eso por qué? Porque en esta película el valor de la amistad es algo que se resalta de principio a fin:

Unos segundos antes de decir que no aceptaba que la misión era más importante que la vida de sus amigos, Ethan se dio cuenta de que su enemigo a muerte Gabriel estaba tratando de afectarlo a través de [amenazar a] sus amigos.

En los primeros minutos de la película, uno de los compañeros y amigos de Ethan, llamado Benji, tiene que responder la siguiente pregunta: ¿Qué o quién es lo más importante para ti? A la que él respondió: “Mis amigos”.

En una escena vemos a Ethan corriendo con todas sus fuerzas para salvar a una vieja amiga Ilsa Faust. Posteriormente lo vemos triste porque no pudo hacerlo.

Y casi en la mitad de la película Ethan le promete a su nueva amiga Grace: “Tu vida siempre va a ser más importante que la mía”.

UN EJEMPLO DIGNO DE IMITAR

Todo eso me recuerda las palabras de Jesús a Sus discípulos en Juan 15:13, que dicen: “Nadie tiene un amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos”.

Ese amor y amistad de Jesucristo Dios espera que nosotros extendamos a otros –principalmente a otros cristianos–. Por eso Él dijo: “Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado”.

Es cierto que eso no significa que muramos en una cruz en lugar de nuestros amigos. Pero sí significa que nos serviremos unos a otros tal como el Señor y el Maestro Jesucristo lo hizo con Sus discípulos (Jn. 15:14, 15). Significa que agradaremos a nuestros hermanos en lo que es bueno para su edificación, porque ni aun Jesucristo se agradó a Él mismo (Ro. 15:3). Significa que, con la misma actitud que tuvo Jesucristo, consideraremos al otro como más importante que nosotros mismos y buscaremos los intereses de los demás (Flp. 2:3-5).

Así podemos ser buenos amigos.

EL MEJOR AMIGO DE TODOS

Hubo una parte de la película que me gustó mucho: Ethan, Luther y Benji invitan a Grace a unirse a la FMI. Grace les pregunta que si ella se queda, ellos la protegerían. A lo que Luther le responde rápidamente con un “sí”. Pero Ethan, probablemente pensando en que no pudo salvar a Ilsa Faust, responde: “No. No te puedo prometer eso. Ni yo ni ellos”, y después agrega la línea que mencioné anteriormente, “Pero te juro que tu vida siempre va a ser más importante que la mía”.

Eso me hace pensar que un buen amigo, por más bueno que sea, tiene sus límites. Y es saludable tanto para aquel que tiene amigos como para aquel que se muestra como buen amigo reconocer estos límites. ¿Por qué? Porque cuando no reconocemos esos límites vamos a demandar o a tratar de dar algo que simplemente es imposible para la criatura.

Me vienen a la mente tres ejemplos:

• Un buen amigo puede tratar de estar a tu lado siempre que lo necesites, pero es imposible para él estar a tu lado –o disponible para ti– las 24 horas, los 7 días de la semana.
• Un buen amigo puede prometerte que nunca te fallará, pero debido a que somos pecadores, no podemos decir que eso “nunca” pasará.
• Un buen amigo puede –y es animado– a predicarte el evangelio y orar por ti, pero no puede salvarte del pecado y la condenación.

Pero lo que es imposible para nosotros no lo es para Jesús:

• Jesús puede salvarnos. A través de Su vida, muerte y resurrección, El nos perdona y salva del pecado (Mat. 1:21; 1 Jn. 1:9), nos reconcilia con Dios (Ro. 5:1) y nos libra de ira venidera (1 Ts. 1:10).
• Jesús nunca nos fallará. La Biblia dice: “Todo el que cree en Él no será avergonzado” (Ro. 10:11). Ninguno de los que creen en Jesús experimentará la vergüenza de haber puesto la confianza en Él y después ser engañado o defraudado.
• Jesús está con nosotros siempre. Él nos prometió: “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28:20); “Nunca te dejaré ni te desampararé” (Heb. 13:5). Y cumple esa promesa a través de la morada de Su Espíritu en nosotros (Jn. 14:18-31).

Y todo eso hace de Jesús el mejor amigo de todos.