Hombre sobre hierba

¿Por qué Dios no nos lleva al cielo después de salvarnos?

Si Dios nos llevara al cielo inmediatamente después de salvarnos, nos ahorraría caer en muchas tentaciones y sufrir muchos dolores, también nos llenaría de mucho gozo en Su presencia. Así que, ¿por qué no lo hace?

Sé que Dios en Su infinita sabiduría tiene muchísimas razones para no llevarnos al cielo inmediatamente nos salva –y todas ellas buenas–, pero en este breve artículo me gustaría dar sólo una razón. Y creo que el relato del encuentro de Jesús con el endemoniado gadareno ilustra muy bien mi respuesta.

EL ENCUENTRO

En Lucas 8:26-39 se relata ese encuentro de Jesús: Jesús y Sus discípulos navegaron hacia la tierra de los gadarenos, un pequeño pueblo que estaba al lado opuesto de Galilea. Allí había un hombre poseído por demonios, sin ropa y que vivía en los sepulcros. A pesar de que este hombre había estado con cadenas, grillos y bajo guardia, él rompía las ataduras y era llevado por los demonios a los desiertos.

Cuando Jesús pisó tierra, este hombre poseído le salió al encuentro y cayó delante de Él gritando: “¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes”. Los demonios, al caer delante de Jesús y decirle “Hijo del Dios Altísimo”, estaban reconociendo la divinidad de Jesús –¡Jesús es Dios!–. Ellos también reconocieron que Jesús tenía autoridad sobre ellos. Por eso, posteriormente, ellos le rogaban a Jesús que no les ordenara irse al abismo y le rogaban que Jesús les permitiera entrar en los cerdos que estaban paciendo allí en el monte.

Cuando Jesús le pregunta el nombre de este hombre, él responde “Legión” porque muchos demonios habían entrado en él. ¿Qué tantos eran? ¡Miles! Y eso lo sabemos, en primer lugar, porque una legión era una unidad del ejército romano de entre 3 mil a 6 mil soldados. Y, en segundo lugar, porque los cerdos en los que ellos entraron eran como 2 mil.

A pesar de que miles de demonios habían entrado en este hombre y no había atadura ni guardia que los controlara, Jesús les mandó que salieran del hombre y les permitió entrar en los cerdos. Y así pasó. Porque Jesús es Dios y, como Dios, tiene autoridad hasta sobre el mismo infierno.

Cuando la gente de la región escuchó lo que había sucedido y vio al que había estado endemoniado ahora sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, ellos se llenaron de temor. Y le pidieron a Jesús que se alejara de ellos. Y eso hizo Jesús: entró en la barca y regresó.

Pero antes de irse, el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba a Jesús que le permitiera ir con Él. Pero Jesús le negó esta petición y le dio esta encomienda: “Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti”. Y eso hizo este hombre: se fue, proclamando por toda la ciudad lo que Jesús había hecho por él.

¿Por qué Jesús le negó un deseo tan noble a este hombre? Porque si este hombre se iba con Jesús, quien había sido “sacado” de aquella región, los habitantes de este pueblo se hubieran quedado sin alguien que les testificara de Jesús y Su obra. Aunque los de este pueblo no querían a Jesús entre ellos, Jesús en Su sabiduría y Su generosidad les dejó a alguien que testificara lo que Él había hecho. Y así, a través del testimonio de este hombre, otros fueran salvos.

LA RESPUESTA

¿Ya entiendes por qué dije que este encuentro de Jesús ilustra la respuesta a la pregunta? ¿Ya entiendes por qué Dios no nos lleva al cielo inmediatamente después de salvarnos? Dios no nos lleva al cielo inmediatamente porque Él quiere utilizarnos como instrumentos para salvar a más personas. De hecho, si Dios se hubiera llevado al cielo a esa persona que te predicó el evangelio, tú no hubieras sido salvado. Se le atribuye al pastor John MacArthur las siguientes palabras:

“La razón por la que estás aquí en la tierra es porque no puedes evangelizar a nadie en el cielo”.

Proclamar quién es Jesús y lo que Él ha hecho por pecadores como tú y como yo es un gran honor que no se les ha dado a los ángeles. Pero eso es también una gran responsabilidad que debemos asumir con seriedad. Te pregunto, ¿vas a evangelizar mientras estés aquí en la tierra? ¿A quién vas a evangelizar en esta semana?

Publicado por

Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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