En el artículo anterior vimos que es lícito para un cristiano consumir libros, películas y música “no-cristianas” en donde podamos ver reflejos de la imagen de Dios en el hombre (como cuando se dice verdad). ¿Quiere decir eso que es lícito consumir absolutamente todo libro, película o música sin excepción? No. Nótese que dije: “… en donde podamos ver reflejos de la imagen de Dios en el hombre (como cuando se dice verdad)”. Y es una cosmovisión bíblica la que nos permitirá ver los reflejos de la imagen de Dios en el hombre o identificar la verdad.
En este artículo me gustaría ser más específico al decir cuáles son los libros, películas y música que no debemos consumir o que no debemos volver a consumir. Pero antes de llegar allí, debemos saber que porque un libro, una película o una canción relate el pecado no significa que debe ser evitado necesariamente. Si eso fuera así, entonces tendríamos que evitar muchas historias y escenas de pecado que se relatan en la Biblia. La pregunta más importante no es “¿Se relata algún pecado?”, sino “¿Se presenta el pecado como lo que es –pecado–?” y “¿Cómo se responde ante el pecado?”.
LO QUE SÍ DEBEMOS EVITAR
Aunque la Biblia relata historias y escenas de pecado –ya que la Biblia retrata la vida tal como es en un mundo caído–, la Biblia no aprueba el pecado. Ya sea en el contexto inmediato o en el contexto amplio, se nos dice que el pecado no es agradable a Dios. Kevin DeYoung dice:
“La Biblia nunca hace cosquillas con su descripción del pecado. Nunca pinta el vicio con colores de virtudes. Nunca entretiene con la maldad (a menos que no sea una burla a ésta). La Biblia no opaca la conciencia al hacer que el pecado luzca normal y la justicia luzca extraña” (The hole in our holiness [El hueco en nuestra santidad], p. 118).
Debemos fijarnos en el tema principal y el personaje principal (con sus pensamientos, sentimientos y acciones) del libro, película o música; para ver si se trata con el pecado de la manera correcta. Tony Reinke nos provee algunas preguntas que pueden ser útiles en ese sentido:
“¿Cómo es la violencia, el pecado sexual y el escepticismo presentado? ¿Son presentados como malos? ¿Es la fornicación celebrada o son obvias las consecuencias del pecado? ¿Celebra [el libro, la película o la canción] el pecado o lo deja sin resolver?” (Lit!, p. 62).
CONCLUSIÓN
Debemos evitar todo libro, película o canción que busque entretenernos con la maldad, que haga al pecado parecer normal y a la santidad parecer extraña, que nos estimule o celebre el vicio y abuchee la virtud.
“Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas; porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto” (Efesios 5:11, 12).
1ra parte; 2da parte
Muy cierto!