Ya hemos respondido a si es lícito para un cristiano consumir libros, películas y música “no-cristianas”, es decir, materiales cuyos autores no son cristianos ni tuvieron la intención de glorificar a Dios. Ahora vamos a ver una serie de preguntas que debemos hacernos al consumir esa clase de material.
Por la gracia común de Dios, aun después de la caída de la humanidad en el pecado, todo hombre es portador –aunque de forma distorsionada– de la imagen y semejanza de Dios, gracias a la cual se puede reflejar ciertas características de Dios. Teniendo eso en cuenta, hacemos las siguientes preguntas:
- ¿Se muestra la belleza de la creación de Dios?
- ¿Están sus verdades de acuerdo a la Palabra de Dios?
- ¿Se dan lecciones morales valiosas?
- ¿Se proveen buenas ilustraciones de verdades espirituales?
Que un libro, una película o una canción relate algún pecado no la convierte necesariamente en una mala producción. La Biblia relata actos pecaminosos. Pero lo que la Biblia nunca hace es aprobar el pecado. Por esa razón hacemos las siguientes preguntas:
- ¿Es la santidad mostrada como despreciable?
- ¿Es el pecado tolerado como normal y promovido como si fuera una virtud?
- ¿Se busca entretener con el pecado y que éste se celebre?
- ¿Se muestran las consecuencias negativas del pecado?
Te invito a comentar qué otras preguntas son importantes hacer.