¿Sabes qué se conmemora hoy? Hoy, jueves 21 de mayo 2020 se conmemora el Día de la Ascensión. Y aunque no se celebra de la misma manera que se celebra la resurrección, el Día de la Ascensión se celebra cuarenta días después de ésta (la resurrección de Jesucristo) y conmemora –como su nombre lo dice– la ascensión de Jesús al cielo.
Sé que muchos no sabían que existía tal cosa como “el Día de la Ascensión”, pero espero que eso no sea una indicación de que esos muchos creen que la ascensión de Jesús es algo sin importancia. Todos los cristianos sabemos que la muerte de Jesús es muy importante. Hemos aprendido que el nacimiento y la resurrección de Jesús son importantes. Y ahora vamos a aprender que la ascensión de Jesús también es importante.
UN GRAN SUMO SACERDOTE…
Podemos dar varias razones por las cuales la ascensión de Jesús es importante y dar varios pasajes bíblicos que apoyen la importancia de ésta. Pero en este artículo veremos una razón por la cual la ascensión de Jesús importa y el pasaje que vamos a considerar es Hebreos 4:14-16, que dice:
“Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna”.
Este pasaje se refiere a Jesús como «un gran Sumo Sacerdote». Un sumo sacerdote era alguien constituido por Dios de entre los hombres para ofrecer sacrificios por él mismo, por los que vivían en su casa y por todo el pueblo de Israel. El sumo sacerdote representaba al pueblo delante de Dios. Por medio de los sacrificios que éste ofrecía, la impureza, las rebeliones y todo pecado tanto suyo como del pueblo eran cubiertos. Y a diferencia de los sacerdotes, que entraban en el lugar santo del tabernáculo para cumplir los oficios del culto, el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo (santísimo porque la presencia de Dios estaba allí) una vez al año para expiar los pecados por medio de sacrificios.
Pero Jesús no es meramente un Sumo Sacerdote más, Él es el gran Sumo Sacerdote. Eso quiere decir que Él es superior a todos los sacerdotes del Antiguo Testamento. Dice el versículo 15 que Jesús fue tentado en todo como nosotros, pero –a diferencia de nosotros– sin pecado. Él experimentó las pruebas y tentaciones que experimenta todo hombre en este mundo. Para sólo mencionar algunas: Él experimentó la pobreza (Lc. 2:24), Él experimentó el hambre (Mr. 11:12) y la sed (Jn. 19:28), Él experimentó la tentación de parte de Satanás (Mt. 4:1-10). Y es debido a que Jesús se puso en nuestros zapatos que puede comprendernos.
… QUE TRASCENDIÓ LOS CIELOS
No dejemos de notar en el versículo 14 que ese mismo Jesús es el gran Sumo Sacerdote que «trascendió los cielos». Cuando Jesús ascendió a los cielos Él pasó a través de los cielos. Mientras los otros sumo sacerdotes entraron al Lugar Santísimo que había en el tabernáculo (una figura del cielo), el gran Sumo Sacerdote Jesús entró a la realidad misma del cielo, donde está la presencia especial de Dios.
¿Para qué Jesús ascendió a los cielos? No fue para retirarse después de 30 años de duro trabajo en esta tierra. Jesús ascendió a los cielos «para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros» (Heb. 9:24), «para interceder por ellos [que se acercan a Dios por medio de Él]» (Heb. 7:25). La ascensión de Jesús importa porque Él ascendió al cielo para, basado en la obra que hizo una vez y para siempre mientras estuvo en la tierra, interceder por los Suyos delante de Dios. Y como Brian Tabb dijo: “Durante Su ministerio terrenal, el trabajo de Jesús estuvo geográficamente limitado: Él no enseñaba en Etiopía mientras sanaba en China. Pero ahora está trabajando en todas partes y puede escuchar y responder a las oraciones de su pueblo sin importar la hora o el lugar”.
MISERICORDIA Y GRACIA
Y es debido a todo esto que el último versículo de Hebreos 4 es una exhortación a acercarnos «con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna» (v. 16).
En la antigüedad, y hasta cierto punto en el presente, acercarse al trono de rey sin ser previamente invitado era poner en peligro su vida. Pero los cristianos somos invitados a acercarnos al trono de Dios con confianza. Y ese trono que era de juicio e ira para nosotros, ahora es de gracia. Cuando pecamos, podemos dar la espalda a nuestros pecados y venir a este trono donde Dios tiene para nosotros la misericordia que perdona nuestros pecados. Cuando sufrimos en este mundo caído o somos tentados, podemos venir a este trono donde Dios tiene para nosotros la gracia que nos ayuda. Y todo esto debido a la obra de Jesús –que incluye Su ascensión a los cielos–.
Octavius Winslow dijo: “Cuando te sientas descuidado y olvidado, recuerda que un Salvador que ora en el cielo está pensando en ti. Cuando seas probado y abatido, tentado y tropieces, recuerda que el Sumo Sacerdote que intercede entra en ese momento al lugar santísimo para pedir para ti fuerza, consolación, gracia que sostiene. Y cuando el pecado ha herido, cuando la culpa aflige y la incredulidad nubla tu vista, ¿quién es el que se para y hace una intercesión que quita toda oscuridad y trae devuelta la sonrisa de un Dios perdonador? El Señor Jesús, el Salvador que intercede”.
¡Feliz Día de la Ascensión!