Mine

Mine: beneficios claros y no tan claros

Mine [Sobreviviendo en el desierto] es una película de guerra de suspenso escrita y dirigida por Fabio Guaglione y Fabio Resinaro. La película se estrenó en Italia y en España en el año 2016 y en Estados Unidos en el 2017.

Después de una misión fallida, un francotirador de la marina de los Estados Unidos, llamado Mike Stevens, camina sobre un campo minado cuando de repente escucha un clic de lo que parece ser una mina bajo sus pies; y trata de permanecer quieto hasta que llegue la ayuda. Y eso no es una tarea fácil, ya que Mike Stevens tendrá que sobrevivir, por 52 horas, tanto a los peligros del desierto como a los efectos psicológicos que le asaltarán.

NO OLVIDES SUS BENEFICIOS

Después de que una mina le arranca las piernas a su compañero y de que Mike escucha el clic bajo sus pies, él es azotado por una tormenta de arena. Y justo después de que la tormenta de arena pasa, Mike dice: “¿¡qué sigue, eh!?”; y alza sus ojos al cielo. Esa escena nos da a entender que Mike dirigió esa pregunta a Dios.

Pero la muerte de su compañero y el paso de la tormenta de arena no fue todo lo que Mike tendría que enfrentar: él también sería atacado en la noche por perros del desierto y después por insurgentes enemigos que lograrían rastrearlo hasta su ubicación actual. Y todo eso sin poder mover su pie.

Mike es visitado en varias ocasiones por un hombre natural de aquella región. Este hombre había perdido su pierna y a su hija debido a una mina. Y en una de sus visitas, él dice que Mike tiene mucha suerte porque todavía está vivo. Y es cierto, más que ser suertudo, Mike es bendecido: él todavía tenía sus dos piernas, la tormenta no lo había arrastrado, los perros no lo habían devorado y los insurgentes no lograron matarlo. Y al final… alerta de spoiler… lo que Mike pensaba que era una mina no era más que una lata con un soldadito de juguete dentro.

Eso me hizo pensar lo fácil que es olvidar lo bendecidos que somos, particularmente cuando estamos atravesando dificultades. También, cuando se nos quita una bendición o no se nos da la bendición que deseamos, es muy fácil olvidar las bendiciones que ya tenemos.

Es bueno imitar al salmista David quien en el Salmo 103 le habla a su propia alma, bendice al Señor y trae a su memoria todos Sus beneficios –comenzando con el perdón de pecados–:

“Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser Su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios” (vv. 1, 2).

TODO OBRA PARA BIEN

Como dije anteriormente, lo que Mike pensaba que era una mina explosiva no era más que una lata inofensiva. Al oír eso, alguien podría decir que todo lo que Mike sufrió en esas 52 horas fue en vano. Pero yo no lo veo de esa manera.

Primero, y esto es una especulación-no-descabellada, el hecho de que Mike creyera que estaba pisando una mina lo detuvo de seguir caminando y pisar una mina real. Recordemos que su compañero iba caminando delante de él cuando una mina le arrancó las piernas.

Segundo, y esto es claro en la película, la lucha de Mike no era sólo externa, sino también interna: su vida había sido marcada desde su niñez por su padre alcohólico y abusivo. Y no fue hasta esas horas en el desierto que Mike pudo superar ese trauma. El mal que le vino trajo consigo un bien.

En Romanos 8:28 y 29 el apóstol Pablo dijo:

“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos”.

La gran y preciosa promesa que encontramos en Romanos 8:28 no es para todo el mundo. La promesa es para los que son llamados por Dios, que son los mismos que aman a Dios. Para ellos, y sólo para ellos, todas las cosas cooperan para bien.

¿Leíste bien? No algunas cosas. No la mayoría de las cosas. No sólo las bendiciones –también los problemas, tribulaciones y aflicciones–. No sólo cuando lo entendemos –también cuando no lo entendemos–. Todo, absolutamente todo, Dios hace que coopere para el bien de los que son Suyos. Y tanto toda aflicción como toda bendición resultarán en el bien último: ser hechos más como Jesús.

Así que, incluso cuando no entiendas cómo el problema en el que estás resultará para tu bien, deja a Dios el obrar y tú ocúpate en confiar.

Publicado por

Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

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