Nuevas de gran gozo.

Cuando Cristo nació, Roma era la señora y dueña, no solamente de Palestina, sino de todo el Mediterráneo y la mayor parte entonces conocida del mundo1. Y no sólo esto, sino también que en Israel había enfermedades y pobreza (basta con dar un vistazo a los evangelios para notar esto).

Después de que Jesús nació, en un establo de Belén, un ángel del Señor se les presentó a un grupo de pastores que estaban en la misma región. Las palabras del ángel, enviado por el Señor, están registradas en Lucas 2:10: “el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo”. Este ángel enviado por el Señor estaba a punto de anunciar noticias no tristes, sino de gozo y más que un mero gozo, estas noticias son de gran gozo. Estas noticias serían tanto para los pastores (“os traigo”) como para todo el pueblo. ¿Cuáles son estas buenas noticias de gran gozo? Teniendo en cuenta lo que consideramos al principio, los pastores pudieron haber pensado que estas buenas noticias de gran gozo consistían en que al fin el imperio romano sería derrocado y el reino pasaría a Israel –así pensaban muchos judíos en la época de Jesús. O uno de ellos pudo haber pensado que estas buenas noticias de gran gozo consistían en que ya no habrían más enfermedades. Otro de los pastores pudo haber pensado que estas buenas noticias de gran gozo consistían en que la economía experimentaría un cambio positivo. Pero ninguna de estas cosas son el contenido de las buenas noticias de gran gozo.

He aquí el contenido de las buenas noticias de gran gozo: “porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (v. 11). Lo que Dios consideró como buenas noticias de gran gozo para nosotros no fue dinero ni salud física –aunque estas cosas son importantes, sino que lo que Dios consideró como buenas noticias de gran gozo para nosotros fue que nació «un Salvador, que es CRISTO el Señor». Nada traerá más gozo que entender y abrazar esto: “porque os ha nacido… un Salvador, que es CRISTO el Señor”. Cristo el Señor es Salvador, pero ¿salvador de qué? Salvador del mayor problema del hombre, que no es un mal gobierno, ni enfermedad, ni pobreza, sino el pecado (Ro. 3:23). Por eso Su nombre es Jesús, según Mateo 1:21: “Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados”. D. A. Carson dijo: “Si Dios hubiera percibido que nuestra mayor necesidad era económica, El nos hubiera enviado un economista. Si Dios hubiera percibido que nuestra mayor necesidad era entretenimiento, El nos hubiera enviado un comediante o un artista. Si Dios hubiera percibido que nuestra mayor necesidad era estabilidad política, El nos hubiera enviado un político. Si Dios hubiera percibido que nuestra mayor necesidad era salud, El nos hubiera enviado un doctor. Pero Dios percibió que estábamos envueltos en nuestros pecados, separados de El, en profunda rebelión, muertos; entonces –al ver nuestra mayor necesidad– nos envió a un Salvador2”.

Cristiano, gózate mucho en Jesucristo el Señor. Aunque estés bajo autoridades humanas que no gobiernen como deberían, aunque estés enfermo o seas pobre; sabe que en Jesucristo, Dios ha provisto la solución a tu mayor problema (el pecado). Has sido salvado de tu pecado; la ira de Dios ya no está sobre ti, no hay condenación para ti. Pero si aún no eres cristiano, sabe también que tu mayor problema es el pecado y que Dios ha provisto la solución en Jesucristo. Arrepiéntete, pues, y confía en Él. Así serás salvado y experimentarás el gran gozo de Su salvación.


1 Editorial CLIE. Diccionario Bíblico Ilustrado.

2 D. A. Carson. A Call to Spiritual Reformation, p. 109.

Publicado por

Misael Susaña

Misael Susaña nació en República Dominicana, fue salvado a la edad de trece años y actualmente es uno de los pastores de Iglesia Fundamento Bíblico. Es también maestro de Inglés. Estudió Teología Sistemática en la Academia de la Gracia (Reformed Baptist Seminary) y ha participado en varios diplomados. Desde el 2008, ha publicado regularmente artículos bíblicos en su blog (gustadaDios.com). Misael, teniendo en mente Salmos 34:8, prefiere describirse a sí mismo como un «Catador de la bondad de Dios y feliz promotor de ésta; para Su gloria y el beneficio [en Él] del creyente».

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s