William Cowper fue un escritor de himnos y uno de los poetas más populares del siglo XVIII. Nació el 26 de noviembre de 1731 en Great Berhkamstead (Inglaterra). Sus padres fueron John Cowper, rector de una iglesia y capellán del rey; y Ann nee Donne, quien murió cuando William tenía seis años de edad –muerte que afectó mucho a William.
William asistió a la Escuela de Westminster, donde estudió latín a una temprana edad. Y en 1750 comenzó a estudiar leyes tal como su padre quería.
En 1752, William fue golpeado por la depresión: “me acostaba en el horror y me levantaba en el desespero”. Sin embargo, Dios utilizó los poemas de George Herbert para ayudarlo a superar esta depresión. En 1763, cuando estaba a punto de ser evaluado para obtener un puesto administrativo en la Cámara de los Lores, William sufrió un colapso mental, por lo que fue ingresado en un asilo (hospital mental) hasta su recuperación. En su depresión, él había intentado suicidarse varias veces (envenenándose, ahogándose y ahorcándose), pero sus intentos siempre fueron frustrados por la Providencia Divina.
Posterior a eso “vino la convicción de pecado”, dijo William, “especialmente de lo que acababa de cometer; su vileza y su atrocidad se mostraron a mí en colores tan inconcebiblemente fuertes que me despreciaba a mí mismo con un desprecio que no puede ser imaginado o expresado… La sensación de esto me guardó de repetir un crimen en el cual ahora no podía pensar sin aborrecimiento”.
En el asilo, William encontró una Biblia y la abrió en Juan 11, donde vio a un Salvador con una conducta tan benevolente, tan misericordiosa, tan bondadosa y tan compasiva hacia hombres miserables, que casi lo hizo derramar lágrimas. Después, él abrió la Biblia en Romanos 3:25 y creyó. En sus propias palabras: “Vi la suficiencia de la expiación hecha por [Jesús], mi perdón sellado con Su sangre y la totalidad y plenitud de Su justificación”.
Después de su recuperación, William conoció a John Newton en Olney. Newton se convertiría en su más sincero y afectuoso amigo. Éste último invitó a William a colaborar en un himnario que sería publicado en 1779 con el nombre “Himnos de Olney”. Entre los cientos de himnos de este himnario se encuentran “Sublime gracia” (escrito por John Newton), “Hay un precioso manantial” y “Dios se mueve de manera misteriosa” (escritos por William Cowper).
En 1785, William le escribió a Newton –quien aunque se había mudado a Londres, no perdió el contacto con él– lo siguiente: “hace doce años [1773] tuve un sueño ante cuyo recuerdo toda consolación se desvanece y me parece que siempre se desvanecerá”. William Cowper enfermó y murió el 25 de abril de 1800 en Norfolk (Inglaterra).