In a world like this [En un mundo como éste] es una canción escrita por Kristian Lundin, Max Martin y Savan Kotecha para el grupo americano de pop Backstreet Boys. La canción dice en su coro:
En un mundo como éste en donde algunos retroceden
Yo, yo sé que lo lograremos.
En un tiempo como éste cuando el amor viene y se va
Yo, yo sé que lo tomaremos.
En un mundo como éste en donde personas caen en pedazos;
En un tiempo como éste cuando nada viene del corazón
En un mundo como éste
Yo te tengo.
DÓNDE ACERTARON
La canción presenta una visión que se ajusta a la realidad del mundo y el tiempo en el cual vivimos: hay corazones rotos y lágrimas, hay personas que retroceden o se arrepienten de los compromisos que hicieron, hay sentimientos superficiales que vienen y se van, hay personas que caen en pedazos –tanto físicamente como espiritualmente–, hay hipocresía.
Y todo eso debido al pecado. Antes de Génesis 3 o la entrada del pecado al mundo, «vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera» (Gén. 1:31). Pero después de la entrada del pecado al mundo, toda la creación fue sujetada a maldición (Gén. 3; Ro. 8). El mundo en el cual vivimos no funciona como debería.
DÓNDE FALLARON
En el primer verso se dice que esa persona –sea un novio o un cónyuge– se convirtió en su “salvación”. Y el coro transmite la idea de que aunque el mundo en el que actualmente vivimos está “roto” o caído, esa otra persona no lo está.
La Biblia nos enseña no sólo que la creación a nuestro alrededor está bajo maldición, sino que también toda persona [sin excepción] es pecadora: “habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia” (1 Pe. 1:4). Según Pedro (inspirado por Dios), en el mundo hay corrupción debido a los malos deseos que hay dentro de cada uno de nosotros. Debido al pecado que hay en esa otra persona ella estará tentada a responder pecaminosamente ante sus circunstancias.
Si buscas en otra criatura lo que solamente puedes encontrar en Dios, tu vida será miserable y desastrosa.
DÓNDE ESTÁ LA SALVACIÓN
La salvación no se encuentra en la creación –eso nos incluye a ti y a mí–, sino en Dios. Y sólo en Él debemos buscarla. Dios es santo, santo, santo (Is. 6). Él no tiene las limitaciones que Sus criaturas sí tienen. Él tampoco tiene una concupiscencia como los pecadores sí tienen. Por eso Dios no miente ni se arrepiente como los hombres. Y el amor que tiene por los Suyos es fuerte y constante, la cruz de Jesús es la mayor demostración de eso.
Y ese mismo Dios hasta ahora está trabajando. Dios está trabajando en el corazón de pecadores arrepentidos, para hacerlos más como Él (Flp. 1:6). Viene el día en el cual Dios hará que este mundo sea un lugar en donde ya no habrá más corazones rotos ni lágrimas (Ap. 21).
Es bueno tener a alguien que pueda reflejar a Dios en un mundo como éste. Pero al final del día, la buena noticia es que en un mundo como éste tenemos a Dios.