Razón #6: Porque los dones espirituales tienen lugar en el contexto de la iglesia reunida.
En 1 Corintios 12, motivado por un deseo de que los cristianos en Corinto no ignoren acerca de los dones espirituales, el apóstol Pablo dedicó todo el capítulo a este tema. Aquí Pablo (inspirado por Dios) les dijo a los Corintios que a pesar de que hay diversidad de dones, el Espíritu es el mismo.
Sin detenernos en cada uno de los dones y sin debatir si algunos de ellos han cesado o no, los dones espirituales mencionados en 1 Corintios 12 son los siguientes: palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversos géneros de lenguas, interpretación de lenguas. También se habla de los maestros, los que ayudan y los que administran.
El Espíritu Santo, como Señor soberano, decide qué dones darles a los cristianos. Cada cristiano tiene al menos un don para beneficio de la iglesia (como vamos a ver más adelante). Como un cuerpo tiene distintos miembros y cada miembro tiene una función, así también cada cristiano con su don forma parte del cuerpo de Cristo y es necesario. Nadie puede decir que no es necesario o decirle a otro miembro del cuerpo que no es necesario, independientemente del don que tenga.
En 1 Corintios 13 el apóstol Pablo dijo que hay algo mejor que la mera práctica de los dones espirituales, eso es, el amor. Hablar en lenguas sin amor es como un ruido molestoso. Profetizar, entender todos los misterios, tener fe sin amor es nada. Repartir, dar, entregar sin amor no sirve de nada. Ahora, eso no quiere decir que el amor y los dones espirituales son mutuamente excluyentes. Lo que eso quiere decir es que los dones espirituales deben ser practicados en amor.
Y ya que una de las características del amor es que “no busca lo suyo”, en 1 Corintios 14 el apóstol dijo que el ejercicio de los dones espirituales, particularmente el de profecía y el hablar en lenguas, debe ser hecho para el beneficio de la iglesia. Quiero que noten en los siguientes versículos que vamos a leer (1) que los dones son para la edificación o el crecimiento espiritual de la iglesia y (2) que los dones tienen lugar en el contexto de la iglesia reunida:
- “El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia” (v. 4);
- “Yo quisiera que todos hablaran en lenguas, pero aún más, que profetizaran. Porque el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos de que las interprete para que la iglesia reciba edificación” (v. 5);
- “Así también ustedes, puesto que anhelan dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia” (v. 12);
- “Sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en lenguas” (v. 19);
- “Por tanto, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos sin ese don o que son incrédulos, ¿no dirán que ustedes están locos?” (v. 23);
- “Los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre ustedes” (v. 25).