Jesús; el Mesías prometido.

El evangelio según Mateo, cuyo autor lleva el mismo nombre (Mateo), inicia diciendo: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (Mt. 1:1). Mateo nos presenta a Jesús como rey («hijo de David»), como judío («hijo de Abraham»), y más allá, como el Mesías prometido por Dios a través de los profetas. Por esta razón encontramos la expresión “para que se cumpliera lo dicho por el profeta” varias veces en este evangelio. Mateo nos muestra que en la persona de Jesús se cumplen todas las profecías mesiánicas. Cristo (término griego) significa Mesías (término hebreo), que a la vez significa Ungido.

Un profeta era una persona que hablaba en nombre de Dios a una persona o al pueblo. El profeta de Dios no podía inventar cosas, sino que debía hablar cuando Dios hablaba y callar cuando Dios callaba. Debía transmitir el mensaje, exactamente como Dios lo habló. Si alguna profecía proclamada supuestamente «de parte de Dios» no se cumplía exactamente, esto sería una evidencia de que el profeta era falso y que la profecía no vino de parte de Dios (Dt. 18:20-22).

Ahora consideremos, solamente en el evangelio según Mateo, las profecías que encuentran su cumplimiento en Jesús (que se cumplen en Jesús): Sigue leyendo Jesús; el Mesías prometido.