Johnson sobre “responsabilidades de los miembros de la iglesia”.

I. RESPONSABILIDADES PARA CON DIOS

  1. Ser bautizado (Hechos 2:38).
  2. Participar regularmente de la cena del Señor (1 Corintios 11:24).

II. RESPONSABILIDADES LOS UNOS PARA CON LOS OTROS

  1. Activos en amarse los unos a los otros (1 Pedro 1:22).
  2. Activos en la rendición de cuentas (Santiago 5:16; Gálatas 6:1).
    • En someterse los unos a los otros (Efesios 5:21).
    • En el edificarse los unos a los otros (Romanos 14:19; 1 Tes. 5:11).
    • En el exhortarse los unos a los otros (Hebreos 3:13; Hebreos 10:25).
    • En el amonestarse los unos a los otros (Romanos 15:4; Colosenses 3:16).
    • Si es necesario, someterse a la disciplina de la iglesia (2 Tes. 3:14-15).
  3. Activos en la comunión los unos con los otros (1 Juan 1:7).
  4. Activos en el cuidado los unos por los otros (1 Corintios 12:24-26).
  5. Activos en la asistencia (Hebreos 10:25).
  6. Activos en apoyar la obra del ministerio (1 Corintios 9:11).
  7. Activos en la oración (Santiago 5:13).

III. RESPONSABILIDADES HACIA EL LIDERAZGO DE LA IGLESIA

  1. Honrarles (1 Timoteo 5:17; 1 Tesalonicenses 5:12-13).
  2. Someterse a ellos (Hebreos 13:17).
  3. Apoyarles (1 Timoteo 5:17-18; 1 Corintios 9:9-11).
  4. Orar por ellos (2 Tesalonicenses 3:1).
  5. Ser cuidadoso al presentar alguna acusación (1 Timoteo 5:19).

IV. RESPONSABILIDADES PARA CON LOS NO CREYENTES

  1. Orar por ellos (1 Timoteo 2:1).
  2. Hacerles bien (Gálatas 6:10).
  3. Evangelizarles (1 Corintios 9:22).
  4. Amarles (Romanos 13:8).
  5. No juntarse en yugo desigual con ellos (1 Corintios 7:39).
  6. Ser honestos con ellos (1 Pedro 2:12).

Este artículo es un extracto de: Jeffrey D. Johnson. La iglesia: ¿por qué es importante?, pp. 83-85.

Id y haced discípulos.

«Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:19,20; LBLA).

Para descargar la imagen: (1) Haga clic en la imagen, (2) clic derecho sobre ésta y (3) seleccione “Guardar como…”. Si está desde una MAC, sólo basta con (1) hacer clic en la imagen y (2) arrastrarla a su escritorio.

Spurgeon sobre «Tres señales de la verdadera conversión».

Al escuchar los sermones de Charles H. Spurgeon, una gran cantidad de personas profesaron fe; pero antes de ser bautizadas y pasar a ser miembros de la iglesia local, estas personas debían ser entrevistadas. En dicha entrevista se buscaba tres señales de la verdadera conversión –pues Spurgeon reconocía la tremenda responsabilidad que conllevaba dar pie a una persona para que creyera que era salva si no había muestras de que así fuese:

  1. ¿Había el individuo, sabiéndose pecador e incapaz de hacer nada para salvarse, acudido a Dios implorando misericordia? ¿Había encomendado su alma a Cristo por entero creyendo en el mérito salvífico de su muerte en la Cruz?
  2. ¿Había llegado la persona en cuestión a una vida nueva, experimentando un cambio de sentimientos, victoria sobre el pecado, amor hacia la Palabra de Dios y deseo de ganar a otros para Cristo?
  3. ¿Poseía él o ella una comprensión elemental de las doctrinas de la gracia, reconociendo que su salvación no comenzaba en sí mismo o en su propia voluntad, sino con la elección y acción divinas; y que Dios, que lo salvaba, lo guardaría a través del tiempo y de la eternidad?

Este artículo es un extracto tomado de: Arnold Dallimore. Spurgeon: una nueva biografía (España: Editorial Peregrino, 2006), p. 129.