La pasión de la carne, de los ojos y la arrogancia.

En el capítulo 2 de su primera carta, el apóstol Juan (inspirado por Dios) dice que no debemos amar las cosas que están en el mundo (v. 15). Ahora, al decir “las cosas que están en el mundo”, Juan no quiere decir que es pecaminoso ir a la playa, tener un plato de comida favorito, amar a tu mascota, que te gusten las flores o admirar una puesta de sol.

Juan no está prohibiendo que apreciemos la creación de Dios. De hecho, como dijo Matthew Henry, “el mundo físico es bueno y debe ser admirado como la obra de Dios y como un espejo en el cual Sus perfecciones brillan”.

LAS COSAS EN EL MUNDO

Si Juan no está prohibiendo que disfrutemos el mundo físico que Dios creó, ¿entonces a qué se refiere Juan? En el versículo siguiente él responde: “la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida” (v. 16).

La pasión de la carne: “carne” aquí se refiere a la naturaleza pecaminosa que se opone al Espíritu Santo de Dios. Ésta tiene deseos o pasiones fuertes que someten al cuerpo. Una lista corta de los deseos de la carne la encontramos allá en Romanos 13:13 que menciona: orgías, borracheras, promiscuidad sexual, lujurias, pleitos y envidias. Una lista más extensa la encontramos allá en Gálatas 5:19-21 que dice: “inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, herejías, envidias, borracheras, orgías”.

Continuar leyendo La pasión de la carne, de los ojos y la arrogancia.

Signos vitales: no ama al mundo

La falta de amor por el mundo no es condenada por Dios, al contrario, es aplaudida. Aquellos que profesan conocer a Dios no deben amar el sistema organizado de maldad que se opone a Dios.

Huye de la masturbación y sigue a Jesús [II]

En Mateo 5:27 leemos lo siguiente: “Habéis oído que se dijo: NO COMETERÁS ADULTERIO”. En la época de Jesús, muchos maestros de las Escrituras enseñaban que el adulterio, prohibido por Dios, consistía solamente en acostarse y tener relaciones sexuales con una persona que no era su cónyuge. Ellos limitaban este mandamiento a un acto externo. Pero cuando Dios mandó: “No cometerás adulterio” (Ex. 20:14); Él no tenía en mente sólo el acto externo. Por eso Jesús corrigió la interpretación, de los maestros de las Escrituras, con las siguientes palabras: “Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mt. 5:28). Adulterio, según Dios, no es solamente llevar a la cama a una persona que no es tu cónyuge, sino también mirarla y codiciarla; es mirarla con lujuria, es tener relaciones sexuales en tu mente con alguien que no es tu cónyuge. Leamos algunos pasajes bíblicos que hablan acerca de todo tipo de inmoralidad sexual como pecados que debemos evitar:

  • Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias” (Ro. 13:13);
  • Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos… Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios” (Ef. 5:3,5);
  • Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas” (Col. 3:5,6);
  • Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual” (1 Ts. 4:3);
  • Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios” (Heb. 13:4).

Continuar leyendo Huye de la masturbación y sigue a Jesús [II]

Huye de la masturbación y sigue a Jesús.

Antes de desarrollar este tema, quisiera dejar claro lo que quiero significar con “masturbación” y también mostrar por qué es importante considerar este tema bíblicamente. ¿Qué quiero significar con “masturbación”? La estimulación o excitación de los órganos genitales, para obtener placer sexual, mientras miras y codicias a una persona que no te pertenece (i.e. No es tu cónyuge). Eso es lo que quiero significar, no otra cosa. A eso me referiré en el desarrollo del tema, no a otra cosa.

Alguien dijo que el 99% de los hombres se han masturbado y el 1% restante miente al decir que no lo han hecho. En Porn-Again Christian, Mark Driscoll registró lo siguiente –según el Janus Report on Sexual Behavior and Sex in America:

  • Hombres solteros que admiten masturbarse una vez por semana: 48%
  • Hombres casados que admiten masturbarse una vez por semana: 44%
  • Hombres divorciados que admiten masturbarse una vez por semana: 68%

Sin embargo, esto no es algo “sólo de hombres”. Una estadística que se hizo entre personas de 30-39 años de edad indicó que el 93% de los hombres se habían masturbado y el 80% de mujeres se habían masturbado.

Teniendo en cuenta todo esto, concluimos que éste no es un asunto al cual podemos ser indiferentes. La pregunta ahora es: ¿Qué dice la Palabra de Dios con respecto a este asunto? Aunque en la Biblia no se encuentra el término “masturbación” –así como no se encuentra exactamente el término “pornografía”, la Biblia sí tiene qué decirnos acerca de la «excitación de los órganos genitales, para obtener placer sexual, mientras miras y codicias a una persona que no es tu cónyuge».

1ra parte; 2da parte; 3ra parte; 4ta parte