¿Cómo podemos saber que Dios existe? [II]

Todo diseño apunta a un diseñador: Cuando miramos un reloj con un complejo mecanismo trabajando armoniosamente para indicarnos la hora, los minutos y los segundos con precisión, concluimos que éste fue hecho por un relojero inteligente. Cuando escuchamos una hermosa composición musical, concluimos que ésta fue compuesta por un músico inteligente. Cuando vemos un edificio con puertas en el lugar correcto para entrar y salir, y con ventanas en el lugar correcto para la iluminación y la ventilación; concluimos que éste fue diseñado por un arquitecto inteligente. Pero cuando algunos miran al universo, concluyen que éste no tiene diseñador; ¿es esta conclusión la más lógica?

El universo está inteligente y cuidadosamente diseñado: el universo tiene el ajuste perfecto para la vida en él. En palabras de William L. Craig: todas las constantes y cantidades del universo «caen dentro de un rango extraordinariamente estrecho de valores que permiten la vida. Si tales constantes y valores fueran alterados mínimamente, se destruiría el equilibrio de la vida y no existirían organismos vivos de ningún tipo» (Five arguments for God, p. 14).

El ácido desoxirribonucleico (ADN) contiene las instrucciones genéticas que se usan en el desarrollo y funcionamiento de los organismos vivos y éste determina como luce y funciona nuestro cuerpo. Y, como dijo alguien, una sola molécula de ADN tiene la misma información que un tomo de enciclopedia. Decir que el ADN es el resultado de un accidente o que se formó solo es tan ridículo como decir que una enciclopedia alfabéticamente organizada, y dentro de ella con las imágenes, más el pie de foto correcto en las páginas adecuadas, fue el resultado de un accidente o que se creó sola. Sigue leyendo ¿Cómo podemos saber que Dios existe? [II]

¿Cómo podemos saber que Dios existe?

Todo lo que comienza a existir tiene una causa: ¿Cómo responderías si yo te dijera que este sitio de internet, el cual no existía en el 2007, no fue creado por nadie? Es probable que dejes de leerlo ahora mismo y nunca más vuelvas a visitarlo. ¿Y por qué esa reacción? Porque lo lógico es que todo aquello que en algún punto comenzó a existir tuviera una causa. ¿Comenzó el universo a existir o siempre estuvo ahí?

El universo comenzó a existir: La ciencia afirma que el universo comenzó a existir. Por ejemplo, la segunda ley de la termodinámica indica que la cantidad utilizable de energía en el universo se está agotando. Y si se está agotando, entonces no ha estado allí desde siempre –o ya se hubiera agotado–. También, los científicos afirman que el universo se expande hacia afuera. Y si rastreáramos este universo que se expande hacia afuera llegaríamos a un punto de origen o al punto en el cual todo comienza a expandirse.

Por lo tanto, el universo fue creado… por Dios: El universo es causado ya que éste comenzó a existir, no ha estado ahí desde siempre. Y decir que el universo se creó a sí mismo es ilógico, es decir que el universo ya existía antes de existir. Norman Geisler dice:

“La ley de la causalidad nos dice que todo lo que sucede tiene una causa, entonces ¿qué causó que empezara el universo? Puede ser que ese Bing Bang sea sencillamente la última de una serie de explosiones que destruyeron toda la evidencia de lo que vino antes; pero eso solo hace retroceder unos cuantos pasos más a la pregunta: «¿Qué causó la primera explosión?» Puede que la teoría del estado quieto sea correcta, que el universo nunca haya empezado y que esté creando hidrógeno de la nada para mantener la energía sin agotarse; esta explicación es, no obstante, contraría a la evidencia y a la ley de la causalidad. Ambas respuestas son posibles pero ninguna es plausible” (Cuando los escépticos pregunten, p. 268).

La Biblia nos dice que el universo fue creador por algo –o más bien, alguien– fuera de sí mismo. El universo fue creado por el Dios que trasciende el tiempo, la matería y el espació: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

En este punto muchos se estarán preguntando quién creó a Dios. Pero eso solamente nos llevaría a preguntar quién creó al creador del creador del creador; y así seguiríamos sin dar una respuesta a la pregunta. Lo más lógico es lo que la Biblia enseña, que Jesucristo es el Creador-no-creado de todo el universo: “Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3; véase también Colosenses 1:15, 17).

1ra parte; 2da parte; 3ra parte; 4ta parte

 

Dios se involucra en un juego de béisbol.

Mientras cursaba el bachiller, un grupo de amigos y yo estábamos sentados en el campo deportivo del centro educativo, y mirábamos un juego de béisbol. Nuestro equipo estaba perdiendo y se acercaba el último «Inning», entonces uno de mis amigos dijo –en forma de broma: “¡Vamos a orar para que Dios haga un milagro y nuestro equipo gane!”. Otro de mis amigos le respondió: “Dios no se involucra en los juegos de béisbol”; queriendo decir con esto que el juego de béisbol es algo muy insignificante para el Dios altísimo como para que Él actúe allí.

«¿Es esto cierto?», pregunto hoy, «¿Dios no se involucra en un juego de béisbol?». Pienso que Dios sí se involucra en un juego de béisbol. Ciertamente no como un jugador, pero sí está allí como el Soberano y Sustentador del universo. Por lo tanto, cada vez que un jugador de béisbol golpea la bola con su bate o hace un «strike», cada vez que un jugador de béisbol hace un «foul», cada vez que un jugador de béisbol da un «hit» o un «home run»; es porque Dios lo ha establecido así.

El control y sustento de Dios no se limita a cosas grandes (como mantener todos los astros celestes), sino que Su control y Su sustento también abarcan cosas pequeñas (como el vuelo o caída de un pájaro). Veamos algunos textos bíblicos que apoyan lo que estoy diciendo:

«¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo vuestro Padre» (Mt. 10:29).

«Porque en El vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: «Porque también nosotros somos linaje suyo» (Hch. 17:28).

«Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen» (Col. 1:17).

«En estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas» (Heb. 1:2,3).

Como dije, cada centímetro cuadrado del universo es controlado y sustentado por Dios. Sin Él nada existiría. Ni las alturas de los cielos, ni las profundidades de la tierra, ni siquiera el mar por más ancho y hondo que sea puede escapar del Su control.

¡Bendito sea nuestro Señor, quien sustenta y controla todo el universo! Nada escapó, nada escapa y nada escapará de Su control –ni siquiera un juego de béisbol.