Al igual que el tiempo difĂcil en el que los cristianos vivimos hoy, “Daniel y sus amigos vivĂan en un ambiente hostil en el que su lealtad fundamental a Dios fue muy probada… El libro de Daniel es alentador ya que ofrece un retrato de cĂłmo se ve la fidelidad en tales situaciones. Nos recuerda que la fidelidad a Dios es nuestro deber gozoso, sin importar lo que pueda resultar” (ESV Study Bible).
El rey Nabucodonosor, despuĂ©s de sitiar JerusalĂ©n, mandĂł a traer algunos israelitas. “Entre estos estaban Daniel, AnanĂas, Misael y AzarĂas, de los hijos de Judá. Entonces el jefe de oficiales les puso nuevos nombres: a Daniel le puso Beltsasar; a AnanĂas, Sadrac; a Misael, Mesac; y a AzarĂas, Abed Nego” (Daniel 1:6, 7).
Lo que pasĂł allĂ fue más que el cambio de nombres lindos por nombre feos. Esos nuevos nombres tampoco eran la transliteraciĂłn a la lengua de los caldeos de estos nombres hebreos. Los nuevos nombres que les pusieron a estos jĂłvenes eran nombres de dioses babilonios (Dn. 4:8): A Daniel (“Dios es mi juez”) le pusieron Beltasar (“Bel protege al rey”), a AnanĂas (“Dios es misericordioso”) le pusieron Sadrac (“mandato de Aku”), a Misael (“¿QuiĂ©n es como Dios?”) le pusieron Mesac (“¿QuiĂ©n es como Aku?”) y a AzarĂas (“El Señor es mi ayuda”) le pusieron Abed-nego (“siervo de Nego”).
Una nueva tierra, un nuevo idioma, nuevo alimento, nuevas ideologĂas, nuevos nombres. Ellos estaban intentando lavarles el cerebro a estos jĂłvenes y convertirlos a la religiĂłn de los babilonios (cuyos dioses eran falsos). Y esta es la razĂłn por la que el rey mandĂł a buscar a jĂłvenes para esto: los jĂłvenes son más fáciles de influenciar. Es cierto que no todo lo que les enseñaron era opuesto a Dios (p. ej. Las letras y la lengua de los caldeos), pero no es descabellado pensar que en la crianza que le darĂan por tres años habĂan cosas que eran opuestas a Dios.
Eso sigue pasando hoy en dĂa con las pelĂculas que está produciendo Hollywood, con las series que Netflix está lanzando, con los videos que se publican en Youtube, con las letras de las canciones que se están escribiendo, con las series para niños que Disney transmite, con la legalizaciĂłn de anti-valores. Y los padres tienen que saber que sus hijos son los principales objetivos del mundo.
“Misael, no exageres, eso no es tan asĂ” –alguien podrĂa decir–. Pero, dĂ©jame decirte que, como maestro, yo ha escuchado a mis estudiantes (que van de 11 a 17 años) decir que cuando no se acepta que alguien tenga atracciĂłn por el mismo sexo se le está discriminando, a otro decir que abortar a un bebe es una opciĂłn y a otro decir que el matrimonio es algo de la antigĂĽedad y que no hay nada malo en “estar con alguien” sin casarte. El mundo no quiere que los cristianos adoctrinen a sus hijos, pero ellos están adoctrinando a los tuyos. El mundo está haciendo su trabajo, Âży tĂş quĂ© estás haciendo?
Esto fue lo que hizo Daniel: “Pero Daniel se propuso en su corazĂłn no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que Ă©l bebĂa, y pidiĂł al jefe de oficiales que le permitiera no contaminarse” (Dn. 1:8). Con esta decisiĂłn, Daniel estaba diciendo que su lealtad a Dios estaba por encima de todo lo demás y que el Dios de Israel es el Dios verdadero y no los dioses de Babilonia. Y si Daniel y sus amigos no se contaminaron en eso, podemos estar seguros que tampoco se contaminĂł en otras maneras.
ÂżQuĂ© pasĂł despuĂ©s de eso? “Dios concediĂł a Daniel hallar favor y gracia ante el jefe de oficiales… DespuĂ©s de los diez dĂas el aspecto de ellos parecĂa mejor y estaban más rollizos que todos los jĂłvenes que habĂan estado comiendo los manjares del rey” (vv. 9, 15). Aquellos que sinceramente quieren agradar a Dios en un mundo que los presiona para que se conformen a Ă©ste Ăşltimo, pueden pedir y esperar la gracia de Dios que los libra del mal y/o les da todo lo que ellos necesitan para honrarlo.
