Nueva identidad y nuevo potencial en Cristo.

El cristiano tiene una nueva identidad (es muerto al pecado y vivo para Dios) y un nuevo potencial (es capaz de negarse al pecado y obedecer a Dios), gracias a la obra de Jesucristo.

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Tu identidad y potencial en Cristo.

Cuando hablamos de tu identidad nos referimos a aquello que te define. Cuando hablamos de tu potencial nos referimos a la capacidad que tienes. La definición que tenemos de nosotros mismos y la capacidad que creemos tener –o no tener– van a determinar cómo actuamos. Por ejemplo, imaginemos el siguiente anuncio clasificado en el periódico: “Empresa solicita joven graduado de ingeniería civil con dominio de AutoCAD”. ¿Qué determinará si solicitas empleo en esa empresa o no? Tu identidad (“¿Soy yo un ingeniero civil?”) y tu potencial (“¿Tengo yo dominio de AutoCAD?”).

Lo mismo es cierto en la esfera espiritual: la definición que tenemos de nosotros mismos y la capacidad que creemos tener –o no tener– va a determinar cómo actuamos. Por eso Pablo (inspirado por Dios) dijo en Romanos 6:11 lo siguiente: “Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús”. Aquí el apóstol está llamando a los cristianos a abrazar por la fe su nueva identidad en Cristo: tú eres “muerto para el pecado”; tú eres “vivo para Dios”. Y muy unido a eso está nuestro nuevo potencial en Cristo: tú tienes la capacidad de que «no reine el pecado en [tu] cuerpo mortal» (v. 12). Sigue leyendo Tu identidad y potencial en Cristo.

¿Quién eres tú?: Sellado

”En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:13, 14).

Sellado

Tan pronto oíste y creíste en el evangelio que salva, tú fuiste sellado con el Espíritu Santo prometido a los creyentes (Hch. 1:4, 5); ahora eres propiedad de Dios y el Espíritu Santo mora en ti. En Hechos 2:33 vemos como esto también es en Jesucristo: “Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís”.

El Espíritu Santo es descrito como la garantía o las arras. ¿Qué son las arras? Es una parte de un pago, dado por adelantado como seguridad de que el pago completo se efectuará. El Espíritu Santo morando en ti es la garantía de que tú, como parte del pueblo de Dios –la posesión adquirida por Dios–, tendrás tu herencia. John MacArthur dice: “Como creyentes, tenemos al Espíritu Santo como las arras divina de nuestra herencia, la primera entrega de Dios que garantiza que la plenitud de sus promesas será cumplida completamente. Estamos asegurados con un certeza absoluta que sólo Dios puede proveer. El Espíritu Santo es las arras irrevocable de la iglesia, el anillo de compromiso que significa que con Cristo como su novio, ésta nunca será descuidada o abandonada” (Saved without a doubt, p. 26). Sigue leyendo ¿Quién eres tú?: Sellado

¿Quién eres tú?: Herencia

“En El también hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad, a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, seamos para alabanza de su gloria” (Efesios 1:11, 12).

Herencia

Aunque en la mayoría de las traducciones populares de la Biblia se dice algo como: “hemos obtenido herencia”; en griego se lee literalmente: “fuimos hechos una herencia”. Lo cual nos coloca a nosotros no como los que poseen una herencia, sino como aquellos que son una herencia en ellos mismos. Jamieson, Faussett y Brown dicen que «Efesios 1:12, en donde dice “a fin de que SEAMOS para… Su gloria” (no para que tengamos) favorece la traducción… «fuimos hechos una herencia»». Sigue leyendo ¿Quién eres tú?: Herencia