En la madrugada de este martes 15 de abril (2014) ocurrió un eclipse lunar que hizo que la luna se viera de color rojo. Esto alarmó a muchas personas, las cuales asociaron este fenómeno con el Apocalipsis: “toda la luna se volvió como sangre” (Ap. 6:12; véase también Jl. 2:31). Todo esto me recuerda la profecía Maya que decía que el mundo llegaría a su fin el 21 de diciembre del 2012. Mientras se acercaba el 21 de diciembre del 2012 muchas personas comenzaron a hacer sus preparativos con el propósito de sobrevivir “al fin del mundo”. Leí de alguien que construyó una fortaleza, me contaron que algunos se refugiaron debajo de la tierra y hasta llegué a oír acerca de un búnker.
El fin del mundo no fue el 21 de diciembre del 2012, ni fue el 15 de abril del 2014 ni sabemos cuándo será; pero si algo es seguro es que el Señor Jesucristo vendrá por segunda vez y el mundo que hoy conocemos llegará a su fin. Cuando esto suceda, a diferencia de los cristianos que disfrutarán la plenitud de gozo y los deleites para siempre de la presencia de Dios (Sal. 16:11), los no cristianos (pecadores incrédulos e impenitentes) sufrirán el castigo de un Dios justamente airado por sus pecados (2 Ts. 1:8, 9). Así que, los no cristianos tienen razón para temer mucho. Sigue leyendo Profecía Maya, Luna roja y la ira de Dios.