”En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:13, 14).

Tan pronto oíste y creíste en el evangelio que salva, tú fuiste sellado con el Espíritu Santo prometido a los creyentes (Hch. 1:4, 5); ahora eres propiedad de Dios y el Espíritu Santo mora en ti. En Hechos 2:33 vemos como esto también es en Jesucristo: “Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís”.
El Espíritu Santo es descrito como la garantía o las arras. ¿Qué son las arras? Es una parte de un pago, dado por adelantado como seguridad de que el pago completo se efectuará. El Espíritu Santo morando en ti es la garantía de que tú, como parte del pueblo de Dios –la posesión adquirida por Dios–, tendrás tu herencia. John MacArthur dice: “Como creyentes, tenemos al Espíritu Santo como las arras divina de nuestra herencia, la primera entrega de Dios que garantiza que la plenitud de sus promesas será cumplida completamente. Estamos asegurados con un certeza absoluta que sólo Dios puede proveer. El Espíritu Santo es las arras irrevocable de la iglesia, el anillo de compromiso que significa que con Cristo como su novio, ésta nunca será descuidada o abandonada” (Saved without a doubt, p. 26). Continuar leyendo ¿Quién eres tú?: Sellado

“Bendecir” significa elogiar, hablar bien de alguien. Sin embargo, cuando Dios nos bendice Él está más que deseando que cosas buenas vengan a nosotros, Él está haciendo que cosas buenas vengan a nosotros. Y cuando nosotros bendecimos a Dios no estamos diciendo cosas buenas para que Él parezca bueno cuando no lo es; más bien estamos reconociendo cuán bueno es Dios realmente.