3 razones por las que odio el pecado a muerte.

La Palabra de Dios nos llama a mortificar el pecado que está en nosotros (Ro. 8:13). Y estoy convencido de que para hacer morir el pecado en nuestras vidas –no meramente “domesticarlo“–, primero debemos odiarlo. Y odiarlo con todo nuestro corazón. Por eso, aquí te comparto algunas razones por las que odio –y tú también deberías– odiar el pecado.

1. PORQUE EL PECADO ENTRISTECE A DIOS

En las exhortaciones que el apóstol Pablo les hace a los efesios, él dice: “Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención” (Ef. 4:30).

Aquí el apóstol dice que la persona del Espíritu Santo puede ser entristecido. Y debido a que es el Espíritu “de Dios”, y es Dios mismo, es correcto decir que Dios puede ser entristecido por nosotros. Pero la exhortación que se dirige a nosotros es que no lo entristezcamos.

¿Cómo entristecemos a Dios? Cuando pecamos. Y algunos de esos pecados que se mencionan en este contexto son: amargura, enojo, ira, gritos, insultos y toda malicia (v. 31). También cuando de nuestra boca salen malas palabras (v. 29), cuando robamos (v. 28), cuando decimos mentiras (v. 25), cuando cometemos alguna impureza sexual (v. 19), etc. Es como si nuestros pecados rompieran el corazón de Dios y pusiera Sus ojos llorosos.

Recuerda: cuando yo peco, estoy entristeciendo a Dios. Cuando peco, estoy entristeciendo al Ser más glorioso que existe. Pero no sólo eso. Cuando peco, estoy entristeciendo al Ser que más me ama en todo el universo, al Ser que sólo quiere lo mejor para mí y que todo lo que ha hecho ha sido para mi beneficio.

2. PORQUE EL PECADO ENGAÑA

Allá en Hebreos 3, el autor de esta carta dice que debemos cuidarnos cada día no sea que nos endurezcamos por el engaño del pecado (v. 13). ¿Pudiste sentir la seriedad de esas palabras? ¡Esto es una advertencia! Como la señal de peligro debido a la alta tensión o como la etiqueta que dice “veneno”. ¡Si no te cuidas, el pecado te va a engañar!

Uno de los engaños del pecado es hacernos creer que sólo serán unos pasos, cuando la verdad es que el pecado piensa llevarnos más lejos de lo que pensábamos. Como David, quien comenzó quedándose en Jerusalén y terminó acostándose con una mujer ajena y matando al esposo de ésta (2 Samuel 11).

Otro de los engaños del pecado es prometer un placer duradero a todo aquel que lo comete cuando lo cierto es que todos los placeres del pecado son “temporales” (Heb. 11:25). Samuel Waldron estaba en lo cierto cuando dijo: “Todo el disfrute de comer el delicioso bocado del pecado está más que compensado por la aflicción de la náusea y e vómito. ¡Siempre habrá más aflicción que placer en el pecado para un verdadero cristiano!”.

3. PORQUE EL PECADO TRAE CONSECUENCIAS NEGATIVAS

Las siguientes palabras de J. C. Ryle explican muy bien este punto: “El mundo que nos rodea está lleno de aflicción. La enfermedad, el dolor, la debilidad, la pobreza, las penas y los problemas abundan por todas partes. De un extremo del mundo al otro, la historia de las familias está llena de lamentos, lágrimas, tristeza y aflicción. ¿Y de dónde procede todo ello? El pecado es la fuente y la raíz a la que todo se remonta. No habría habido lágrimas, ni preocupaciones, ni enfermedades, ni muertes, ni funerales en la Tierra si no hubiera habido pecado. Debemos soportar con paciencia este estado de cosas. No podemos alterarlo. Podemos agradecerle a Dios que tenemos un remedio en el Evangelio y que esta vida no lo es todo. Pero, en el tiempo intermedio, echemos la culpa a quien la tiene. Acusemos al pecado”.

“¡Cuánto debemos odiar el pecado! En vez de amarlo, aferrarnos a él, coquetear con él, excusarlo y jugar con él, deberíamos odiarlo con un odio mortal. El pecado es el gran asesino, el gran ladrón, la gran peste y plaga de este mundo. No hagamos las paces con él. Declarémosle la guerra sin cuartel. Dios lo aborrece. Bienaventurado aquel que es de una sola mente con Dios y que puede decir que aborrece lo malo (cf. Romanos 12:9)”.

¿Y tú? ¿Por qué odias el pecado? Te animo a dar más razones en la caja de comentarios.

Signos vitales: amor al hermano

El pastor Misael Susaña comparte un signo vital de todos aquellos que tienen vida eterna: amor al hermano. Además, nos reta a amar prácticamente y nos motiva con el amor de Dios.

Thor: amor y [el error que muchos cometen]

Thor: amor y trueno es la cuarta película de superhéroes de Marvel Comics basada en el personaje de Thor (un “dios” del trueno asgardiano). En esta entrega, Thor se une a sus amigos Valkyrie y Korg, al igual que a su exnovia Jane Foster –quien asume el manto, los poderes y el martillo de Thor mientras tiene cáncer–, para evitar que Gorr el Carnicero de Dioses mate a todos los dioses.

EL AMOR

Como su título lo dice, esta película toca el tema del amor de principio a fin:

  • La película comienza con Gorr, quien carga a su hija a través del desierto para después verla morir. Esa muerte, junto al hecho de que su “dios” no hizo nada para salvarla, fue lo que movió a Gorr a buscar venganza matando a los dioses.
  • Durante la película, se cuenta que Thor y Jane se enamoraron. Sin embargo, por miedo a perder al otro, ellos construyeron muros entre sí. Cada uno se dedicó a salvar al mundo a su manera y la relación terminó… Aunque todavía se aman.
  • Ya casi al final, Jane usa el martillo una última vez para ayudar a Thor a vencer a Gorr. Y ella lo utilizó aun sabiendo que el martillo la dejaría sin fuerzas para luchar contra el cáncer.
  • Thor escoge quedarse con Jane los últimos minutos de vida de ésta en vez de detener a Gorr. Thor invita a Gorr a escoger el amor.
  • Al final Gorr, en vez de pedirle a Eternidad que mate a todos los dioses, le pide que resucite a su hija.

EL ERROR

Hay un error que muchos cometen al ver películas (o series) y es bajar la guardia, no tener un ojo crítico, no filtrar lo que vemos a través de la verdad de la Biblia, recibir todo lo que las películas nos ofrecen como si fuera entretenimiento inofensivo. Eso es muy peligroso.

Continuar leyendo Thor: amor y [el error que muchos cometen]