Paz en el versículo que menos te imaginas.

En el libro titulado El misterio de la providencia, el pastor presbiteriano y autor John Flavel relató la historia de un hombre que “se apartó de malas compañías y entró en una vida reformada”. Pero después de algún tiempo, cedió a la tentación tanto externa como interna y “volvió a caer en los caminos del pecado”.

La Providencia le hizo ver su condición trayendo Proverbios 1:24-26, que dice: “Porque he llamado y han rehusado oír, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso. Han desatendido todo consejo mío y no han deseado mi reprensión. También yo me reiré de la calamidad de ustedes, me burlaré cuando sobrevenga lo que temen”.

Ese versículo lo dejó muy inquieto, pensando que su pecado no podría ser perdonado. Pero Dios no había terminado con este hombre. Dios le presentó Lucas 17:4, el cual produjo una paz firme tanto en su mente como en su corazón.

EL VERSÍCULO

Ahora, lo interesante de este versículo es que no es un indicativo del perdón de Dios a nosotros. El versículo es un imperativo del perdón nuestro a los que nos ofenden y se arrepienten. En otras palabras: el versículo no habla explícitamente del perdón de Dios a nosotros, sino del perdón nuestro a otras personas. Leámoslo:

“Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: ‘Me arrepiento’, perdónalo”.

¿Cómo es que ese versículo produjo paz en el corazón de ese hombre? Particularmente a mí, hay dos maneras en las cuales ese versículo ha traído mucha paz a mi corazón.

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2 beneficios de orar la Biblia.

Fui introducido a la idea de orar la Biblia o, más específicamente, a través de la Biblia por el profesor de espiritualidad bíblica Donald Whitney; él es autor de varios libros, entre ellos están: “Orando la Biblia” y “Disciplinas espirituales para la vida Cristiana”. En ese último libro, Whitney explica el proceso de orar la Biblia:

“después de recibir un pasaje de las Escrituras, la meditación nos permite tomar lo que Dios dijo y pensar profundamente en eso, asimilarlo y luego hablar con Dios sobre el pasaje en una oración significativa. Como consecuencia, oramos por lo que hemos encontrado en la Biblia, pero ahora personalizado mediante la meditación” (p. 96).

Orar la Biblia es, por lo tanto, comunicarse con Dios utilizando Su Palabra como punto de partida.

Aunque aprendí sobre orar a través de la Biblia por primera vez con Donald Whitney, él no fue el primero en enseñar o practicar esto. En el siglo XIX, Robert Murray M’Cheyne dijo: “Convierte la Biblia en oración”. Y si vamos más atrás, encontraremos que tanto la iglesia primitiva (Hechos 4:23-26) como Jesús mismo (Mateo 27:46) oraron a través de la Biblia.

Orar la Biblia es muy beneficioso y hoy quiero compartir con ustedes dos de esos beneficios.

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5 verdades sobre la oración.

En los primeros versículos de Mateo 6 Jesús nos enseña qué no hacer y qué sí hacer cuando se da limosna, cuando se ora y cuando se ayuna. Y en los versículos 5-9 de este capítulo podemos encontrar cinco verdades sobre la oración que nos motivan a orar y a orar mejor.

1. SI ERES UN CRISTIANO VERDADERO, VAS A ORAR

“Y cuando oréis…” (v. 5).

Nótese que Jesús no dijo “si oran” o “si [por causalidad] oran”, como si El creyera que la oración es algo extraño al cristiano o algo que éste hará rara vez. Y aunque ciertamente hay muchos pasajes bíblicos en los cuales se nos manda a orar, en este versículo Jesús no dijo “oren”, como si estuviera mandándonos a orar.

Más bien Sus palabras fueron “cuando ores”. Porque Jesús sabe que si tú eres un cristiano verdadero, tú vas a orar. Si Jesucristo es tu Salvador, Él no solamente tomó tu maldición en la cruz, sino que también te dio Su Santo Espíritu por el cual ahora clamas “¡Abba, Padre!” (Gál. 4:6). Como se espera que los bebés que acaban de nacer respiren, así se espera que a quien se le ha dado vida espiritual ore.

2. ES A TU PADRE CELESTIAL A QUIEN LE ORAS

“Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre” (v. 6).

Cuando oras, no es a ti mismo a quien oras; no es a los otros hombres a quien le oras; no es a los “santos” a quienes le oras; no es a los ángeles a quienes le oras; es a Dios a quien le oras.

Y ese Dios es tu Padre. Y no sé si tu padre terrenal siempre está –o estaba– muy ocupado para prestarte atención, pero déjame decirte que tu Padre celestial siempre te presta atención. Jesús dijo que ese Padre te ve allí en lo secreto –aunque nadie te vea–. Es decir que tú no estás lanzando tu oración a quien pueda interesar. Ni el techo, ni las cuatro paredes, ni la puerta cerrada son impedimentos para que Dios note que le estás orando. Él te ve. Él lo sabe. Él te escucha. Sigue leyendo 5 verdades sobre la oración.

Cuando ores, ora así.

Jesús espera que los cristianos oremos y nos enseñó a orar con «El Padrenuestro», que es una oración modelo que contiene ideas o principios que deben estar presentes en nuestras oraciones.

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Sermones de la serie: Ante el espejo de la Biblia | Cuando ores, ora así | ¡Cristianos, unidos!