5 cosas buenas que pasaron en el 2020.

El 2020 ha sido considerado por muchos alrededor del mundo como el peor año en los últimos 100 años de la humanidad. Y eso debido a que el 2020 trajo consigo no sólo una pandemia que todavía no hemos superado; sino también una serie de terremotos en Puerto Rico, un colapso global del mercado de valores, la muerte de Kobe Bryant y Chadwick Boseman, disturbios en Minneapolis y otros estados de EE. UU. tras la muerte de George Floyd, explosiones en el puerto de Beirut y la temporada de huracanes en el Atlántico más activa hasta la fecha.

Todas las cosas malas que sucedieron el año pasado pueden hacernos pensar [equivocadamente] que no pasó nada bueno. Pero en ese año sí pasaron muchas cosas buenas que también debemos recordar. En este artículo quiero recordar 5 cosas buenas que pasaron en el 2020 y que son ciertas para cada cristiano verdadero que me lee.

Y, como veremos más adelante, cada una de esas cosas buenas no fueron causadas por la suerte o el azar, sino por Dios. Por lo tanto, a Él es a quien debemos agradecer.

1. DIOS PERDONÓ TODOS TUS PECADOS

“Él es el que perdona todas tus iniquidades” (Salmos 103:3a).

“Iniquidades” es sinónimo de pecados y éstos hacen referencia a todas aquellas acciones en contra de Dios y Su ley que tú y yo responsablemente cometemos que vienen de un corazón rebelde y que merecen ser castigadas. Hemos traicionado al Rey de todo el universo. Hemos desobedecido al Santo, Santo, Santo. Hemos entristecido el corazón de nuestro padre celestial. Pero en vez de castigarnos, en vez de maldecirnos, en vez de darnos muerte, en vez de condenarnos eternamente en el infierno, ¿sabes lo que Dios hizo? Él nos perdonó.

Dios no guarda un registro de nuestras iniquidades; las puso en Jesucristo para que Él las pagara y así nosotros no tengamos que pagar, sino que disfrutemos de una comunión con Él. Dios no perdonó alguna clase de pecados, sino todos los pecados. ¿De qué nos vale tener otras bendiciones si no tenemos ésta? ¿De qué nos vale tener todos nuestros problemas [secundarios] resueltos si nuestro principal problema sigue sin resolver?

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Su bondad es mayor que tus pecados.

David fue el segundo rey de Israel y el más prominente de ellos. Ese mismo David fue quien, en el tiempo en el que los reyes salían a la guerra, se quedó en Jerusalén. Desde la azotea del palacio vio a una mujer (Betsabé) que se estaba bañando. Averiguó acerca de ella, la trajo a su residencia y se acostó con ella. Al darse cuenta de que ella había quedado embarazada, David manda a matar al esposo de ella (llamado Urías).

A pesar de que David era un hombre conforme al corazón de Dios, Él dejó claro que lo que David había hecho era desagradable ante Sus ojos. Por eso, Él envió al profeta Natán para que hablara con David, mostrándole su pecado. Después de esta visita, David se arrepintió de su pecado. Y el Señor lo perdonó.

David fue también un poeta elocuente, él escribió la mayoría de los Salmos que se registran en la Biblia. Los Salmos son cánticos de alabanza o cánticos con acompañamientos de cuerda. Una de las características de la poesía hebrea es su paralelismo, es decir, una frase u oración se pone junto a otra que contiene el mismo número de palabras o la misma idea. Esa característica es evidente en el salmo 51, el cual fue escrito después del pecado de David mencionado anteriormente.

RECONOCE TU PECADO Y SU BONDAD

“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia; conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones” (v. 1).

David comienza el salmo dirigiéndose a Dios y reconociendo Su carácter. Al David pedirle a Dios que tenga piedad, él le está pidiendo que le muestre Su gracia, que le muestre Su favor. Y David quiere que Dios le muestre Su favor conforme a Su misericordia.

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