El porqué y el cómo ser agradecido.

LA RAZÓN: ¿POR QUÉ SER AGRADECIDO?

Abre tu Biblia y lee los siguientes pasajes bíblicos:

  • 1 Crónicas 16:34, 41;
  • 2 Crónicas 7:6; 20:21;
  • Esdras 3:11;
  • Salmos 106:1; 107:1; 118:1, 29; 136:1-3, 26; 138:2;
  • Jeremías 33:11

Ahora, ¿qué tienen en común todos esos versículos? Todos esos pasajes tienen un mensaje en común: nos llaman a dar gracias a Dios.

La palabra hebrea que la versión Reina Valera 1960 traduce como “alabad” significa, en realidad, expresar gratitud. Por eso, traducciones como la NBLA y la NVI la traducen más precisamente como “den gracias”.

Pero eso no es todo. Esos versículos también nos revelan una razón unánime por la cual debemos dar gracias a Dios:

“Porque Él es bueno; porque para siempre es Su misericordia”.

La palabra “misericordia” es una forma de traducir el término hebreo “jesed”. Sin embargo, no existe una palabra en español que capture todos los matices de este término en su idioma original.

Según el Diccionario expositivo Vine, «es posible identificar tres significados fundamentales del vocablo (que siempre interactúan): “fuerza”, “constancia” y “amor”. Cualquier traducción del término que no expresa las tres acepciones inevitablemente perderá algo de su riqueza. Él “amor” de por sí se sentimentaliza o universaliza si se desconecta del pacto. Al mismo tiempo, “fuerza” o “constancia” solo comunican el cumplimiento de una obligación, legal o de algún otro tipo».

“Jesed”, por lo tanto, se refiere al amor fuerte y constante de Dios.

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10. ¿Estoy obligado a ir a la iglesia? La Biblia no sólo nos invita a reunirnos como iglesia a través del ejemplo de Jesús y la iglesia primitiva; la Biblia nos manda explícitamente a reunirnos como iglesia. En Hebreos 10:25 se nos dice: “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”. Leer aquí.

9. Reflexiones en Salmos 73. ¿Por qué sufren los justos mientras que a los otros aparentemente no les pasa nada? Tenemos que ver todo a la luz de la eternidad y el destino final de los impíos. Leer aquí.

8. Deberes de la iglesia para con sus pastores. La Biblia nos dice cuáles son los deberes de la iglesia para con sus pastores: Sostén económico (Mateo 10:10); Oración (Romanos 15:30); Estima (1 Tesalonicenses 5:12, 13); Imitación (Hebreos 13:7); Obediencia (Hebreos 13:17). Leer aquí.

7. La mancha que es emblanquecida. “Venid ahora, y razonemos —dice el SEÑOR— aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán” (Isaías 1:18). Nótese que es Dios mismo quien empieza llamándonos a acercarnos a Él para recibir el perdón de nuestros pecados y lleva el ejemplo utilizado de un extremo a otro, del rojo muy intenso al blanco más puro. Dios dice que después de limpiar los pecados, no habrá mancha en lo absoluto, el pecado será limpiado hasta que no quede rastro alguno (Jer. 50:20). Leer aquí.

6. Deberes de los pastores para con su iglesia. En el artículo anterior, vimos los deberes de la iglesia para con sus pastores. En este artículo vamos a ver, según la Biblia, cuáles son los deberes de los pastores para con su iglesia: Oración (Hechos 6:4); Visita (Hechos 20:20, 31); Predicación y enseñanza (1 Timoteo 5:17); Pastoreo (1 Pedro 5:2); Modelo (1 Pedro 5:3). Leer aquí.

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Más dulce que la miel, mejor que el oro.

Predicador: John Piper.
Pasaje bíblico: Salmos 19:7-11

¿Cómo se puede permanecer vivo y no muerto? ¿Cómo se puede permanecer sabio y no necio? ¿Y cómo se puede permanecer feliz en Dios y no miserable? Respuesta: Meditando en la ley del Señor día y noche (Salmo 1:1-3).

Debido a que las Escrituras son la Palabra del Señor, la comunicación y revelación del Dios viviente, tienen efectos en nosotros que son mejores que los efectos de cualquier otra cosa que podamos leer, estudiar, ver o escuchar.

Las Escrituras son Palabra del Dios

Esto se desprende claramente de la repetición de David que hace seis veces. Versículo 7: “ley de Jehová”, “testimonio de Jehová”. Versículo 8: “mandamientos de Jehová”, “el precepto de Jehová”. Versículo 9: “El temor de Jehová”, “juicios de Jehová”.

Seis veces utiliza la frase “de Jehová”, es decir, de Yahvé, el Señor, el Dios que dice: “Yo soy el que soy” y no hay otro. El Dios que creó todo lo que es y lo mantiene en existencia. El Dios que conoce todas las cosas que han sido y que serán, y que entiende perfectamente cómo funciona todo en el universo, desde las galaxias hasta la energía subatómica. Este Dios ha hablado por medio de la ley, de testimonios, de preceptos, de mandamientos y de ordenanzas.

Los periódicos, las revistas, las novelas, los libros de texto, los libros de psicología o teología, la televisión, la radio, etc.. Nada de eso puede tener en nosotros los buenos efectos que tienen las Escrituras, porque esas cosas son la palabra del hombre, pero las Escrituras son la Palabra de Dios.

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¡Dios reina para siempre!

“El SEÑOR reinará para siempre, tu Dios, oh Sión, por todas las generaciones. ¡Aleluya!” (Salmos 146:10).

Cuando el salmista dice que el Señor “reinará” no quiere decir que Dios no está reinando ahora pero que en el futuro lo hará. Dios no es un candidato a la presidencia que necesita de nuestros votos para ganar. La Biblia afirma una y otra vez que Dios es, ahora mismo, el Rey:

  • Salmos 47:2 dice que el Señor “Rey grande es sobre toda la tierra”;
  • en el versículo 7 del mismo Salmo se dice que “Dios es Rey de toda la tierra”;
  • y en Salmos 103:19 dice que el “Señor ha establecido Su trono en los cielos, y Su reino domina sobre todo”.

Dios “reinará” en el sentido de que Él es Rey ahora y seguirá siendo Rey. Eso se confirma en el mismo versículo, el cual no sólo dice que Dios reinará, sino también “para siempre”. Y después se agrega “por todas las generaciones”. A diferencia de los hombres que mueren, este rey nunca muere y, por lo tanto, Su reinado es eterno. Su reino no acaba después de cuatro años. Nadie le quitará el puesto. Él nunca renunciará.

¿Y cómo es este Rey que reinará para siempre? Los versículos 5 al 10 de este Salmo nos proveen la respuesta a esa pregunta. Este Rey es todopoderoso y bueno: Él hizo el universo y todo lo que hay en él, Él habla siempre la verdad, Él hace justicia a los que son oprimidos, Él alimenta a los hambrientos, Él da libertad a los que están esclavizados, Él abre los ojos de los ciegos, Él consuela a los que están tristes, Él ama a los justos, Él vela y protege a los extranjeros, Él es el Padre de los huérfanos y el defensor de las viudas, Él frustra los planes de los malvados. ¡Sin duda éste es el mejor Presidente de todos!

¿Y quién tiene el mejor Presidente de todos? El salmista dice que el Señor es Rey de Sión. Sión hace referencia al pueblo de Dios. ¿Es el Dios de la Biblia tu Dios? ¿Es Él el Capitán que guía tu vida? ¿Es Él en quien confías y no en los hombres o en ti mismo para salvación? ¿Son los méritos perfectos de Jesús tuyos por la fe? ¡Entonces sabe que tú eres parte de ese pueblo que tiene a ese Dios como su Rey!

Es muy importante que abraces a Dios como tu Rey, que hagas de esta verdad tuya, porque sólo así podrás tener la seguridad de que Dios hará para ti todo lo que dicen los versículos 5 al 10. Matthew Henry, comentando el versículo que dice el Señor ama a los justos, dijo que los creyentes “pueden confiar más en Su poder cuando están más seguros de Su buena voluntad hacia ellos”.

Así que, sea que el candidato por el que votaste esté en el poder o no, recuerda que Dios reina para siempre. Y sin duda cumplirá todos Sus planes, los cuales siempre son para Su mayor gloria y el mayor bien de Su pueblo.

“Cuando el poder perfecto se encuentra con la compasión perfecta, [y a eso se le suma una duración para siempre] somos libres de caer en los brazos del Señor con tranquila confianza. Él es poderoso y, por tanto, capaz de librarnos; Él es amoroso y por eso quiere hacerlo” (ESV Devotional Psalter).

Gritemos junto al salmista: ¡¡Aleluya!!